_
_
_
_

La mayoría francesa ataca unida a la coalición de izquierdas

A tres días vista de la primera vuelta de las elecciones municipales francesas, las querellas entre las dos tendencias de la mayoría gubernamental (la chiraquista y la giscardiana), que han dominado la campaña electoral, parecen menos ásperas. Los portavoces de la mayoría apuntan ahora contra la oposición de izquierdas. El ministro del Interior, Michel Poniatowski, afirmó anteanoche que si ganase la izquierda el puesto de alcalde de París lo ocuparía un comunista.El ministro recordó a los franceses el caso de Roma, «en donde, los robos, los secuestros y la violencia han aumentado desde que es alcalde un comunista». El secretario general del PCF, Georges Marchais, le respondió inmediatamente para calificar de «calumniosos» los propósitos del ministro del Interior. Contrabando los deseos de la derecha, la radicalización política de la campaña ha sido total. El ejemplo de París influyó en ello. El hecho de que estas municipales se hayan configurado como un test de las legislativas y el que estas últimas ofrezcan alguna posibilidad de victoria a la Unión de Izquierda, también determinaron el carácter político de la campana.

El elemento inesperado fue la aparición en tromba de los candidatos ecologistas, a quienes se les apellida verdes. Los 1.200 pretendientes a consejeros municipales, repartidos con preferencia en las grandes urbes, constituyen ¡a interrogación más inquietante para las formaciones políticas tradicionales. Muy particularmente en París, y otras ciudades igualmente, los verdes pueden decidir la elección de los alcaldes. Su voto, en la segunda vuelta (el 20 del mes en curso), según les vaya a los candidatos de la mayoría, o a los de la oposición de izquierdas, podrá trastocar muchos pronósticos. La ecología, coincíden todos los politicólogos, es un nuevo factor electoral que ha sorprendido a los partidos tradicionales, al menos con la fuerza que se ha manifestado en estas municipales. El candidato ecologista a la presidencia de la República en 1974, Rene Dumont, con sus 300.000 votos y pico solamente, no había prefigurado esta «marea verde» que, de momento, se pretende «apolítica» y, Por ello, irrita y alimenta el desconcierto de los partidos ante el escrutinio. Ayer ya se adelantaron algunas cifras sobre el coste elevado de la campaña de París, consecuencia, sin duda, del encarnizamiento entre las dos tendencias de la mayoría gubernamental. El candidato gaullista, Jacques Chirac, y el giscardiano, Michel d'Ornano, devoraron quince millones de francos (más de doscientos millones de pesetas). La Unión de la Izquierda (comunistas, socialistas y radicales de izquierdas), gastaron en París 1.300.000 francos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_