Multa a un periódico inglés por campaña antiespañola
El periódico socialista británico Socialist Worker, que publicó en febrero de 1975 un articulo sobre un programa de vacaciones organizado por un sindicato inglés con destino a la España de Franco, tendrá que pagarle al líder sindical implicado, Clive Jenkins, más de 3.000 libras (cerca de 350.000 pesetas) de daños y perjuicios. Después de largas deliberaciones, el jurado consideró que el trabajo periodístico tenía las características de un libelo. La postura del Socialist Worker, que consideraba que la suya fue una sátira, con todos los elementos de este género literario, la defendió en el juzgado el líder trotskista británico y ex director del periódico Paul Foot, sobrino del ministro laborista Michael Foot.
El artículo se refería a hechos acaecidos entre 1973 y 1975, cuando el sindicato de Jenkins, el de empleados técnicos y científicos, aprobó un programa de vacaciones en España, en contra de los que pretendían que se impusiera un boicot turístico a la España de Franco. En el artículo del Socialist Worker se indicaba que Jenkins era el guía de los tours, que incluían visitas a las cámaras de torturas de la cárcel de Carabanchel. Asimismo, se señalaba que los próximos viajes a organizar por Jenkins, que es un destacado tradeunionista de la izquierda, tendrían como destino las playas de Chile, «que están vacías porque las cárceles están llenas». El jurado ha decidido que la ironía del artículo era equívoca y que el lector podría estimar que lo que se decía respondía a hechos reales. Jenkins llevó a Foot al inducir que él aprobaba los métodos del general Franco, «a cuya dictadura yo me he opuesto de hecho a lo largo de veinte años». Clive Jenkins ha sido miembro del comité de defensa de los Diez de Carabanchel.Paul Foot nos dijo al término del juicio que su periódico, el más relevante de todos los órganos de izquierda que se imprimen en Gran Bretaña, pedirá a los lectores que hagan una suscripción para pagar el casi medio millón de pesetas que le ha costado esta ironía. El juicio ha durado una semana. Para Foot, «el veredicto es un golpe mortal para la libertad de expresión». Para Jenkins, el artículo ha sido penalizado «para evitar que alguien crea que es posible cometer desenfrenos con la libertad de prensa».
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