La democracia del Partido Comunista
«La legalización del PCE puede ir para largo si, como algunos temen, el Tribunal Supremo «devuelvela pelota» al Gobierno rehusando decidir en base a ciertos argumentos procedimentales y a determinada interpretación del decreto-ley que suprimió la ventanilla. El aplazamiento de la legalización del PCE, -cualesquiera que sean las razones jurídicas que se esgriman sería lamentable porque equivaldría a mantener una innecesaria hipoteca sobre nuestra normalización política. Si en vez de remover los obstáculos nos empeñamos en acumularlos. la democracia puede ser aquí una realidad ad calendas graecas.El PCE, por su parte, va a tener que convencer con hechos contundentes de su aceptación sincera de la democracia y de los procedimientos parlamentarios. Los eurocomunistas no deben sorprenderse de que sus fervores verbales respecto de las libertades personales y demás principios democráticos susciten muchos recelos. Al fin y al cabo han de reconocer que de los cincuenta años qiie los partidos comunistas occidentales tienen de existencia, más de treinta han estado caracterizados por la devota adhesión al stalinismo y por el repetuoso e indiscutido sometimiento a lo que representaba la patria del internacionalismo proletario, ante la que todavía a muchos se les cae. la baba dogmática. Lo peor que podrían hacer los eurocomunistas es presentarse corno demócratas de toda la vida, porque eso no va a colar. Nadie les va a discutir su combativa oposición al franquismo, pero su democraci.a deben probarla todavía, si quieren despejar todas las dudas, con realidades más palpables...»
22 febrero
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