Induyco cierra sus instalaciones
La dirección de Induyco, cuyas instalaciones fueron cerradas ayer con autorización de la delegación de Trabajo, negociará la readmisión de dos de los cuatro despedidos que han motivado el paro de su plantilla, una vez que el Tribunal Central de Trabajo se pronuncie sobre el recurso presentado contra la sentencia de magistratura que declaró procedentes los referidos despidos.
Con esta actitud, según manifestó a EL PAIS uno de los directivos de Induyco (Industrias y Confecciones, principal proveedor de El Corte Inglés, cuyo presidente del consejo de administración es el mismo que el de esta cadena de almacenes), «se pretende mantener el principio de autoridad para, voluntariamente, una vez que tengamos el pronunciamiento del Tribunal Central, y sin dejamos coaccionar por el paro de la plantilla, negociar dos de los despidos. Los otros dos despedidos, Emilio Tos y María Victoria Rodríguez, por su comportamiento con la empresa, no volverán más a ésta».El actual conflicto, que desde el pasado día 8 mantiene en paro a la totalidad de la plantilla (tan solo trabajan algunos empleados del taller de composturas existente en las mismas instalaciones de Induyco, dependientes directamente de El Corte Inglés) y ha culminado con el cierre patronal anunciado a los trabajadores, mediante telegramas, el pasado domingo, tiene su origen en el despido de cuatro trabajadores en el mes de junio del pasado año, lo que, a su vez, motivó una huelga de gran parte de la plantilla (casi 7.000 personas) en el mes de septiembre último.
En opinión de la empresa, la proximidad del dictámen del Tribunal Central de Trabajo sobre el referido recurso, ha originado este nuevo conflicto que «al localizarse en el interior de las instalaciones, con coacciones y actos violentos por parte de los trabajadores en. paro, nos obligó a decidir el cierre de la fábrica por tiempo indefinido ».
Los trabajadores, por su parte, niegan la existencia de la violencia a que alude la empresa y explican que el cierre trata de impedir la «gran unión que existe entre la plantilla». Estas mismas fuentes justifican el actual conflicto en la negativa de la empresa a negociar los despidos, tal como había ofrecido hacerlo hace quince días, cuando la dirección llamó a los cuatro despedidos para tratar de encontrar una solución entre los abogados de ambas partes.
El tema de los despidos -según medios laborales- era el último punto de la tabla negociadora que se venía discutiendo desde que finalizara la huelga del pasado mes de septiembre, según lo establecido en el pacto que concluyó con aquel conflicto. Al llegarse a este punto y negarse la empresa a su negociación, los trabajadores volvieron a, la huelga el pasado día 8.
Durante la mañana de ayer, al serles impedida la entrada en la fábrica, los trabajadores trataron de concentrarse en la iglesia de Los Sacramentinos, lo que tampoco lograron ante la presencia de la fuerza pública en las puertas del templo, trasladándose posteriormente al Retiro, donde, finalmente, algunos grupos lograron reunirse y tomar el acuerdo de volver esta mañana a la fábrica.
Por otra parte, un grupo de trabajadores -más de mil, según medios laborales, y unos trescientos, según fuentes de El Corte Inglés- trataron de explicar su situación a los compañeros y clientes de este almacén en la sucursal de Preciados, siendo desalojados por la policía.
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