Los escolares eligieron la guerrilla

Cincuenta y un jóvenes, que hace una semana se unieron, junto con otros 331, a las guerrillas antigubernamentales de Rodesia regresaron ayer a sus hogares convencidos por sus padres, que los visitaron en Francistown (Botswana), donde se encontraban. Botswana, que facilitó la reunión entre los jóvenes, de edades, entre los once y los veintiún años, y los padres de 140 de ellos, dijo que los muchachos cruzaron la frontera por propia voluntad, mientras las autoridades de Salisbury mantienen que los jóvenes fueron forzados por los guerrilleros a seguirlos a punta de pistola.

La mayor parte de los 51 que han regresado son muchachos entre los trece y dieciséis años de edad. El resto, que permanece en Botswana en espera de que empiece su adiestramiento en la lucha guerrillera ni siquiera salió a despedir a sus padres, que llegaron en ocho autobuses.

Los jóvenes que no quisieron regresar serán trasladados a Zambia para recibir instrucción guerrillera. Como se recordará, el episodio de los 382 muchachos rodesianos comenzó cuando tropas nacionalistas rodesianas irrumpieron en la escuela misionera de Manama al suroeste del país y desaparecieron con el grupo de jóvenes.