Giscard, dispuesto a seguir, aunque en 1978 gane la izquierda

Si la izquierda gana las elecciones legislativas de 1978 los franceses deben saber que yo cumpliré mi mandato hasta el final, declaró el presidente Valery Giscard D'Estaing a sesenta conciudadanos seleccionados por un instituto de opinión entre todas las clases sociales y profesionales, a los que el presidente invitó al palacio del Elíseo para que le interrogaran en directo ante las cámaras de la televisión.

A propósito de la eventual victoria de la Unión de la Izquierda, el señor Giscard D'Estaing preciso que si los franceses eligen una cierta política, se tendrá en cuenta su voluntad; pero añadió que todo dependerá de cómo se expresa esa voluntad, reservándose así todas las posibilidades que le concede la constitución.Insistiendo sobre el mismo tema, el presidente destacó que el colectivismo no es bueno para Francia, y que si gana la izquierda, la economía se desorganizaría. Aseguró también que los franceses que temen el porvenir se equivocan.

Sumándose a quienes ven en el señor Jacques Chirac al representante de un conservadurismo a ultranza, advirtió: Si un día las fuerzas ultraconservadoras triunfasen, la sociedad francesa reventaría, porque hay bastantes injusticias sociales y bastante deseo de cambio entre los jóvenes.

Los sesenta franceses que participaron del programa de anteanoche fueron meticulosamente escogidos por el instituto Sofres: veinte se presentaron como adscritos a la tendencia mayoritaria, veintidós a la Unión de la Izquierda (ocho de ellos comunistas o simpatizantes) dieciocho sin filiación.

No todas las reacciones han sido favorables. Si una parte de la derecha aplaudió la desenvoltura y la inteligencia del presidente, para muchos se trató de un intento más de diálogo falseado, demagógico o una sesión de teatro nacional popular en el Elíseo, que le ha servido de paliativo a la soledad cada día mayor de su inquilino, según el diario independiente Le Quotidien de Paris.