La ambición gallega derrotó al Rayo

El Rayo Vallecano, después de dos meses sin conocer la derrota, perdió en Riazor, un campo propicio para puntuar, pues allí hasta la fecha siete equipos se llevaron, al menos, un punto. Pero frente a los madrileños, el Coruña jugó para ganar. Superó a los madrileños en todos los terrenos y la táctica de éstos de contención y rápido contraataque allí no fructificó.El rápido gol gallego tranquilizó el juego local y llevó a los defensores rayistas a emplearse con dureza para no verse desbordados por la velocidad de sus rivales. El medio campo del Coruña, en donde Vales fue el verdadero motor, funcionó con precisión y sujetó a sus pares, empeñados más en destruir el juego del adversario que de crear el suyo propio.

Tras el descanso, el Deportivo persistió en su juego, el mejor realizado en toda la temporada, y continuó con la iniciativa, lo que le llevó a aumentar justamente su ventaja y a acreditar la calidad de Alcázar para no ver nuevamente perforada su meta. El equipo madrileño en esta segunda fase estiró ligeramente sus líneas y Francisco y Alvarito tuvieron, oportunidad de disminuir diferencias, pero Buyo también demostró su excelente calidad.

Porque el Coruña mostró sentido de anticipación y mayor fuerza a la hora de disputar el balón, el Rayo resultó derrotado ante un equipo que sólo lleva más victorias que el Granada. En fútbol, la ambición es un factor importante para intentar ganar y los madrileños eligieron la posición de ver venir al contrario. Cuando se dieron cuenta, su quinta derrota se había consumado.