Símbolos falangistas
En relación con la noticia aparecida el día 16/1/77 en la primera página de su periódico subtitulada «Símbolos falangistas por los suelos», queremos puntualizar.Que estos actos "circenses» seudorrevolucionarios, con los que intentan cubrir su miseria doctrinal, de quitar los símbolos falangistas de los edificios públicos o de los pueblos no es labor meritoria. Es un favor que se le hace al Gobierno «demócrata» del presidente Suárez. Hoy, 1977, los jerarcas del Movimiento están deseando ellos mismos que no se les confunda con los falangistas. Los «hedillistas» parecen más bien estar pagados por el Movimiento, ya que desde el Gobierno resultaría demasiado sospechoso ordenar que se quitaran esos símbolos. Por lo quea sus personas respecta, los jerarcas del Movimiento ya no aparecen de camisa azul, no saludan brazo en alto, han desaparecido las banderas falangistas, etcétera.
Por otra parte, los comunistas y demás compañeros están deseando ver desaparecer los «odiosos símbolos» -yugos y flechas- de toda la geografía española (y verlos pronto sustituidos completamente por la hoz y el martillo).
Mira por dónde los «ortodoxos hedillistas» hacen juego a unos y otros. Es el «ardor» sospechoso de todos los recién llegados a la Falange.
Con ruego de su publicación, le saluda atentamente un miembro de Falange Española (independiente) (FE i).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.