Luis Valero explica las razones de su dimisión

A lo largo de más de cien apretadas páginas encuadernadas, con la, portada de la Empresa Nacional del Gas (Enagas), y bajo el título Antecedentes de la integración Enagas-Butano, Luis Valero Bermejo, hasta hace dos días presidente de ambas empresas, explica a los medios informativos los motivos que le obligaron a presentar la dimisión de sus cargos.

El memorandum, que consta de varios apartados, da a conocer documentos, cartas y conversaciones, hasta el momento inéditas y que están directamente relacionadas con el intento de fusión de Enagas con Butano, denunciando a aquellas personas que han motivado su caída en un intento de impedir la fusión de ambas empresas.Dado que por la extensión del informe y su complejidad, dejamos para días posteriores el análisis del mismo, ofreciendo sólo una visión superficial del tratamiento que Luis Valero hace del tema.

En el preámbulo del escrito, las razones que adace el hasta ahora presidente de Enagas y Butano se basan principalmente en la no respuesta a la carta enviada al presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, en la cual expone las tensiones surgidas sobre la fusión y el normal desarrollo de la gasificación del país y la campaña de prensa desatada contra él, que según el señor Valero partió del ministro de Relaciones Sindicales, quien dijo en un almuerzo celebrado en Diario 16 las siguientes palabras: «Ya nos hemos cargado a Valero», lo que en opinión del señor Valero supone que el problema adquiere mayor envergadura.

Continúa el preámbulo señalando que «no quiero justificar una gestión, sino solamente informar, con el propósito de impedir que, en el futuro, los planteamientos hechos desde 1969, se resuelvan en forma que considero dañina para la comunidad nacional».

Termina el señalado prólogo apuntando la verdadera razón de la dimisión del señor Valero: la imposibilidad de concluir la fusión de Enagas con Butano y conseguir la nacionalización de la energía gasista en España. «Quiero confiar en que al punto en que han llegado las cosas, con mi alejamiento de las presidencias que se me ofrecieron, y no pedí, en junio de 1974, será ya muy difícil dar marcha atrás, o prácticamente imposible. Por eso he querido dar ocasión para que, sin más pérdidas de tiempo, una nueva persona consiga lo que, desgraciadamente, no pude finalizar, con la colaboración leal y entusiasta de muchas personas a las que ahora rindo debido agradecimiento, y les ruego continúen con la misma fe que hasta ahora, para acabar la obra de que los hidrocarburos gaseosos sean nacionalizados, sin ninguna clase de trampas.»

El hecho de que Luis Valero haya conocido a lo largo de su mandado en Enagas y Butano a dos presidentes del Gobierno, varios ministros de Industria, Hacienda y Gobernación y numerosos presidentes del INI, confiere al primer capítulo de su memorandum una relevancia especial, ya que hace públicas desde la primera carta que envió al entonces ministro de Hacienda, Antonio Barrera, y al presidente del Gobierno, Carlos Arias, hasta la'última enviada al presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, que permiten seguir paso a paso los numerosos problemas atravesados por el intento de fusión.

Tras enjuiciar el carácter técnico y jurídico de la fusión, el dimitido presidente de las empresas gasistas termina el informe señalando que «con la irresponsabilidad que caracferiza a muchos dispensadores de etiquetas, figuro como inmovilista y defensor de privilegios irritantes. Por ello, quien conozca los hechos, juzgue por sí mismo y, sobre todo, que termine el engaño. Cesé en Repesa víctima de otra maniobra parecida a la actual; entonces, quienes estaban más próximos al Caudillo no le dejaron a éste reaccionar y le engañaron. Hoy, los mismos personajes, tengo el presentimiento, quieren hacer lo mismo y, como sigo siendo leal a la memoria de Franco, creen que pueden repetir la hazaña con tal impunidad».