Partidos políticos: un nuevo cliente bancario

En el tránsito a la democracia y por causa. de ella han aparecido unos nuevos clientes a la banca; los partidos políticos. Son ya varios los grupos de derecha y de centro que han llamado a las ventanillas de la banca para solicitar ayuda financiera. En algunos casos se han presentado como clientes que buscan financiar unas inversiones y ofrecen unas garantías, en otros han reclamando fuertes subvenciones a fondo perdido para salvar a la patria en este difícil tránsito. Por ahora,y según las noticias que tenemos,estos últimos no han tenido éxito en sus demandas.Este fenómeno político-bancario que hasta ahora ha afectado fundamentalmente a los partidos bien vistos por el sistema tendrá que extenderse también hacia la izquierda que también tendrá necesidad de financiar sus inversiones electorales. ¿Se imaginan ustedes al señor Sánchez Montero en el despacho del señor Garnica negociando el tipo de interés de un crédito de Banesto al legal Partido Comunista que tiene que financiar las inversiones que requerirá la campaña para las próximas elecciones parlamentarias? Del PSOE se dice que cuenta con buenas relaciones dentro de las direcciones de los bancos Urquijo e Hispano, que bien podrían ser depositarios y administradores de sus fondos. La futura investigación de las finanzas de los partidos será un tema periodístico apasionante, que quizá sea prematuro afrontar.

Un nuevo riesgo

El ejecutivo bancarlo se encuentra con un nuevo ejercicio de cálculo de riesgo. ¿Se imaginan ustedes al comité de créditos de cualquier banco, que decide la concesión de créditos de cierta envergadura,a la hora de valorar si el partido A o el partido B será buen cliente que cumpla los compromisos de pago de intereses y amortizaciones y que, incluso, genere unos depósitos en el banco? Hasta el más veterano bancario se verá en apuros a la hora de decidir la bondad de la operacion.

Algunos bancos, es sabido lo del Popular con el PSDE de García López y Prados. Arrarte, ya admiten estas operaciones con las preceptivas garantías para apuntalar el crédito.

El Gobierno parece que señaló a la banca en la entrevista que el presidente Suárez y José -María Aguirre Gonzalo mantuvieron hace unas semanas, su voluntad de financiar a los partidos políticos con dineros del Tesoro una vez cubierto el trámite electoral. Esta financiación sería proporcional al número de votos obtenidos, lo cual supone que no podrá efectuarse hasta después de las elecciones. Como en la campaña habrá que invertir, los partidos tendrán que recurrir al crédito, ya que en la mayoría de los grupos sus disponibilidades son más bien reducidas.

La derecha en la banca

Para la mayor parte de los partidos de derechas no hay graves dificultades a la hora de acercarse a la banca. Gonzalo Fernández de la Mora es consejero del banco Popular, lo cual no es óbice para que cuando Alianza Popular se dirigió a ese banco en demanda de subvención fuera Laureano López Rodó el interlocutor que solicitara la correspondiente entrevista con la dirección del banco. Licinio de la Fuente es vicepresidente del bano Internacional del Comercio, Federico Silva es consejero de Banesto, Cruz Martinez Esteruelas es hombre de la Marchy no para ahí la nómina bancaria de Alianza. Si de ahí pasamos al llamado Centro Democrático, Alberto Monreal es vicepresidente del banco Coca, Luis Angulo Montes es vicepr.esidente del banco de Granada... En la socialdemocracia, José Ramón Lasuén es consejero del banco Peninsular (Rumasa), Francisco Fernández Ordóñez es asesor del banco Industrial Mediterráneo. En los partidos catalanes, Ramón Trías Fargas es delegado del Ur-quijo, Jordi Pujol ha sido artífice y motor de Banca Catalana...

La izquierda es la que se va a ,encontrar mayores dificultades a la hora de acceder a la ventanilla despacho bancario. Todos creen en su seriedad contractual, pero a más de uno se le pondría un nudo en la garganta al ver a Manolo Azcárate pidiendo un crédito y ofreciendo como garantía los ingresos por cuotas de aliados del PCE, ya que no un patrimonio por ahora no visible.

La banca ha sido casi siempre de derechas y si algo político firíancia es lo que garantice que los cambios no lleguen hasta su vera, pero ello no es óbice para que en un momento de libertades democráticas se encuentre competiciones de crédito de la incluido el PCE, que ofrezcan como garantía de amortización la subvención del Tesoro después de las elecciones. Algunos banqueros señalan ya en reuniones oficiosas su voluntad de estricta neutralidad, de su institución, en el proceso político. En el tema de la financiación se plan teará la primera interrogante a esta neutralidad. Pero al margen de estos actores políticos que habrá que seguir con especial atención, de lo que no hay duda es de que la banca tendrá que plantearse la existencia de un nuevo tipo de clientes para los cuales habrá que estudiar los, riesgos de una forma que hasta ahora no era la habitual. Los parti dos políticos, constituyen una nue va línea de producción financiera.