La huelga de los transportes privados, en vías de solución
A las tres de la madrugada de hoy, trabajadores y empresarios representantes de las firmas más importantes del transporte privado madrileño han llegado a un acuerdo. Los trabajadores han conseguido 5.250 pesetas de subida lineal, así como revisión salarial a los doce y dieciocho meses y un incremento, revisable, de las dietas. Poco antes, en la mañana de ayer cinco integrantes de un piquete de huelga eran detenidos y multados por el gobernador civil con 100.000 pesetas. Se espera que, a lo largo de la mañana de hoy, se vuelva a la normalidad.
Jesús Sesmero, de 44 años; José González Rodríguez, de 40; Marino Hernández Pláceres, de 24; Pedro Rodríguez García, de 38, y Marcelino Benito, de 28, fueron los cinco trabajadores detenidos, a primeras horas de la mañana de ayer, cuando, a bordo de un coche, comenzaron a increpar al conductor de un autocar que estaba prestando servicio. Tras el vehículo que ocupaban se situó un coche policial que, después de la identificación de los cinco componentes del grupo, les detuvo.El gobernador civil de Madrid impuso a cada uno de los detenidos una multa de 100.000 pesetas y ordenó su pase a disposición judicial. En medios laborales, al tener conocimiento de la noticia, se comenzó a organizar una colecta para intentar reunir el me dio millón de pesetas necesario. En este caso concreto, puede caber el arresto sustitutorio, si se produce el impago, puesto que el decreto que anulaba tal posibilidad excluía expresamente las multas que se pudieran imponer por formación de piquetes o por los atentados contra librerías. Si se llegase al impago de las multas, el arresto sustitutorio podría llegar al mes de duración. Según medios laborales fundamentalmente procedentes de Comisiones Obreras y de UGT, ayer pararon el 99% de los trabajadores que integran las plantillas de las empresas correspondientes. La Asociación Provincial de Empresarios de Servicios Discrecionales de Viajeros hizo pública una nota en la que destaca que la huelga no es querida por todos los trabajadores del sector, «sino por una mínoría que no llega al 5%, que son los que actúan utilizando la violencia contra sus propios compañeros que desean trabajar y contra los autocares, pinchando sus ruedas y apedreándolos, con rotura de lunas y peligro de las personas».
La misma asociación afirmó en su comunicado que el problema «afecta a 2.500 autocares de empresas privadas, paralizando los colegios y fábricas de Madrid y otros servicios». Según la asociación, el parque de las empresas privadas supone el doble del que dispone la EMT.
La comisión de nueve personas que ha estado intentado entablar Contacto con los medios sindicales, para resolver el problema, incluyendo al ministro de Relaciones Sindicales, se entrevistó con el director de Asuntos Sociales de la Delegación Provincial de Sindicatos, quien está ejerciendo como mediador en el conflicto entre los trabajadores y la patronal.
Como el martes, primer día de la huelga, quienes más directamente sufrieron los efectos de la huelga fueron los niños de los colegios y los trabajadores de diversas empresas, que por situarse fuera del casco urbano de Madrid necesitan de autocares para trasladarse a los centros de trabajo.
La circulación a las horas de salida de los colegios, sobre todo, ya que la entrada había sido prácticamente cubierta por los autocares, sufrió un gran incremento, puesto que fueron los padres los que tuvieron que encargarse de recoger a los niños.
Por otra parte, en algunos casos hubo empresas que comenzaron su trabajo a muy avanzada hora de la mañana, dado que los trabajadores no habían dispuesto del medio de transporte habitual. Se da el caso, por ejemplo, de Pegaso, en la autopista de Barcelona, que ha decidido que, caso de continuar la huelga de transporte mañana por la mañana, cerrará la fábrica, ya que la cadena de montaje no pudo comenzar a funcionar ayer hasta mediodía la mañana, con todo lo que ello comporta de pérdida económica.
La Empresa Municipal de Transportes hubo de incrementar sus servicios normales, en un intento de paliar las consecuencias que el paro en los autobuses periféricos de la ciudad trajo. Sin embargo, la empresa en ningún momento dispuso una sustitución de las líneas periféricas para que fueran atendidas por autobuses de la EMT. Los trabajadores de esta empresa, además, hicieron público un comunicado en el que, además de solidarizarse con la postura de sus compañeros de las empresas privadas, afirmaban se negarían a suplir con sus servicios a éstos.
Según medios laborales, caso de que, una vez terminada esta huelga, siguieran planteadas las mismas reivindicaciones y no se llegara a un acuerdo se volvería a estudiar la posibilidad de una nueva huelga en un futuro próximo.
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