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Los comunistas italianos piden que se modifique la financiación de los partidos

Los comunistas italianos piden la revisión de la ley de 1974 sobre la financiación pública de los partidos, para que efectivamente la legislación logre sus objetivos de claridad y moralización. Este año, el Partido Comunista Italiano es el primero que publica su balance y da a la prensa información sobre sus ingresos y gastos. Quiere que los demás hagan otro tanto.

En una conferencia de prensa, el responsable de la organización del partido, Gianni Cervetti, ha planteado el problema del reparto de fondos en caso de escisión de un partido, como recientemente ha ocurrido con el Movimiento Social Italiano. Otro problema serio es el financiamiento de las corrientes de los partidos que, como en el caso de la Democracia Cristiana, seguiría escapando a todo control público.El Partido Comunista aprovechó la ocasión de la presentación de sus cuentas para darle al acto un significado político insistiendo en la necesidad de una democratización interna de los partidos.

A pesar de que el partido paga mal a sus funcionarios, y dispone de muchos trabajadores voluntarios, el déficit en 1976 ha sido de 34 millones de pesetas, que sumadas al déficit de 1975 de más de dieciocho millones de pesetas suman 52 millones.

Los ingresos del partido ascienden a unos dos mil millones de pesetas, y los gastos superan esta cifra. El partido se gasta en las federaciones el 62,17 % de su presupuesto en información y propaganda el 15.78 % en gastos generales el 9,99 % en las elecciones el 7,22% y en personal el 4,84%.

En 1997 el Partido Comunista se propone aumentar su autofinanciación encareciendo los carnets que en vez de costar cuatrocientas pesetas costarán setecientas. Además, el partido gastará más dinero en propaganda. porque ha renovado la tipografía del diario L´Unita y seguirá subvencionando al vespertino romano Paese Sera.

El partido paga una indemnización a los alcaldes y asesores comunistas que trabajan a pleno empleo, mientras que la recibe de consejeros regionales comunistas.

El PCI trata de renovar sus cuadros y su organización interna, haciéndola más flexible y capilar «a la luz del sol» para asimilar la victoria electoral del 20 de junio pasado, y se preocupa a la vez, de aclarar el «nuevo modelo» de sociedad en un país de capitalismo avanzado. Así la intervención de la cultura para un proyecto de renovación de la sociedad italiana es el tema de un debate público de dos días organizado por su sección cultural y el Instituto Gramsci.

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