Cuatro jóvenes mataron a un estanquero en un atraco
Un muerto y una niña herida fue el balance del atraco cometido en un estanco del barrio de la Estrella el pasado martes sobre las nueve y media de la noche. Los presuntos atracadores, que no lograron obtener ningún botín, dispararon y agredieron con arma blanca a Nicolás Navarro, arrendatario del estanco, sito en la calle Cruz del Sur, 31, que falleció instantes después sin que se pudiera hacer nada por salvarle la vida.Según informó a EL PAIS la niña Alcázar Garrido, de dieciséis años, que se encontraba en el local con el fallecido y el joven Miguel Angel Sánchez, el intento de atraco se realizó cuando Nicolás Navarro iba a cerrar el establecimiento. «Yo había ido al estanco de mi tío a las cinco, bueno, mi hermana y yo le llamábamos tío porque era amigo de nuestros padres desde hace muchos años. Aunque se cierra a las ocho y media me quedé esperando con él a un señor que tenía que arreglar la máquina de los mecheros, pero no vino.» Según el mismo relato, a las nueve y en vista de la tardanza del mecánico, «telefoneamos a mi casa para decir que llegaría más tarde. Cuando llegó mi madre a casa, a las diez, nosotros ya estábamos en el Francisco Franco y mi tío había muerto. »
«Á las nueve y media, Miguel Angel, que es un conocido de mi tío, porque trabaja cerca del estanco, y yo íbamos a salir para que mi tío cerrara, cuando entró un joven con una pistola. Nos dijo que nos metiéramos en la trastienda y entonces fue cuando el tío levantó un brazo para defenderse.» Ante este intento de defensa, el delincuente disparó una vez, atravesando el cuerpo del estanquero a la altura del abdomen, «yo estaba detrás y por eso la bala me dio en la mano». Al citado disparo sucedió un momento de confusión, en el que el estanquero, a pegar de su estado «empezó a gritar socorro, por eso nosotros también gritamos».
Un segundo joven, que había permanecido en el exterior del local, entró armado con un cuchillo de monte y se lo clavó a mi tío debajo del pecho, después se fueron sin coger nada.»
La niña vio a otro joven vigilando en la calle, aunque no se dio cuenta si iba armado. «Cuando mi tío se cayó y empezó a sangrar por la boca, Miguel Angel salió corriendo para pedir ayuda y se encontró a la policía que venía porque había escuchado el disparo.»
Trasladados a la Clínica Sanitaria Francisco Franco, el arrendatario del estanco ingresó cadáver. A la niña hubo que extraerle la bala alojada en la mano izquierda.
«Nos empujaron, pero no pidieron dinero; no querían nada, al menos no nos hablaron de dinero. Yo creo que no querían hacernos daño, pero cuando el tío quiso defenderse le dispararon.» Aunque en un principio se pensó que eran tres los atracadores, el joven testigo, al parecer, vio correr a dos personas en dirección a Doctor Esquerdo y a otros dos hacia la plaza de Conde de Casal.
Tanto la niña como el joven prestaron declaración ayer por la mañana.
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