Denuncian la recaudación de tasas municipales

Los vecinos de Palomeras Altas tramitaron ayer la presentación de una denuncia ante el juzgado de guardia, ante la insistencia que sobre ellos se ejerce para que abonen la tasa o contribución especial sobre asfaltado y alcantarillado.El origen de esta cuestión se sitúa durante el año 1973, en el cual gran parte del vecindario inició gestiones ante el Ayuntamiento y el Tribunal Económico Administrativo para atemperar los efectos de este impuesto municipal, en entredicho desde que el plan parcial de Palomeras Altas comenzó a ser contestado por los vecinos y las autoridades dispusieron su suspensión, en tanto una comisión mixta de planificadores y habitantes del barrio reestudiaban el tema. Además, las quejas de los contribuyentes incluían que tal tasa no se atenía a la anterior ley de Régimen Local, pues en ocasiones se pasaban a los domicilios facturas del 90% de los costes reales cuando aquella normativa prohibía que tal partida se elevara por encima de los dos tercios de aquellos costes. En las alegaciones vecinales se aludía asimismo a que algunas personas recibían en sus viviendas dos facturas distintas por cada una de las calles a las que sus pisos daban como en los casos de viviendas situadas en chaflanes y esquinazos.

Ante esta situación, los vecinos de Palomeras Altas, a través de su asociación vecinal, recurrieron al Tribunal Económico Administrativo, que dispuso la suspensión de la recaudación de la tasa citada, en tanto se dilucidaba el tema. No obstante, según fuentes vecinales, el Ayuntamiento continuó presionando a los vecinos directamente -mediante facturas- o bien de modo indirecto a través de agencias especializadas en la obtención de pagos. En ocasiones, según los testimonios de vecinos consultados por EL PAIS, se llegaba a incluir veladas o explícitas amenazas de embargos, que lograron producir en algunos sectores del barrio temores en caudal suficiente como para precipitar los pagos.

Al poco, del Ayuntamiento llegaron cartas explicativas, en las cuales se afirmaba que la recaudación quedaba suspendida entre tanto se sentenciara el recurso vecinal ante el tribunal, si bien otros sectores del vecindario han vuelto a recibir escritos y facturas que les conminan a pagar.

Se da el caso -refiere una vecina de Palomeras Altas- de que por el asfalto y alcantarillado de las calles de nuestro barrio pagamos lo mismo que lo que abonan los vecinos de otras zonas de Madrid, cuyas calles son mucho más espaciosas y se encuentran mejor trazadas y realizadas que las nuestras. Pagamos cuotas en función de los metros cuadrados construidos, y a veces, las facturas que nos presentan rondan cifras próximas a las 30.000 pesetas. «Estamos dispuestos -añade un miembro de la directiva de la Asociación de Vecinos- a no pagar, mientras no se resuelva nuestro recurso y en tanto el plan parcial no se materialice nítidamente y sepamos todos por dónde cruzarán las vías y los servicios de que el barrio disponga, únicos indicadores que señalarán el nivel y la cuantía de las contribuciones municipales.»