Los conservadores moderados presionan a la señora Thatcher
Lo mismo que la izquierda laborista está dando dolores de cabeza al primer ministro Callaghan y ha formado un comité para buscar la manera de incrementar su influencia en la elección del líder, el sector equivalente del Partido Conservador, que son los tories y moderados, quienes tienden a simpatizar con Heath y creen que la actual dirigente, la señora Thatcher es demasiado derechista, han expuesto ahora sus propias ideas.Muchos de ellos experimentaron cierta alarma cuando la señora Thatcher hizo recientemente algunas alteraciones en su equipo directivo (el shadow cabinet o gabinete sombra) que parecieron dar mas influencia a los ultras.
Una de las figuras más activas de lo que pudiéramos llamar la izquierda conservadora es Peter Walker, que dimitió del shadow cabinet, y se fue a los escaños de atrás, cuando la señora Thatcher resultó designada líder. Y es a él a quien se atribuye la redacción de una declaración política que se opone a varios capítulos, importantes de la línea oficial del partido de la oposición.
Walker discrepa, por ejemplo, en lo relativo a la política de salarios. El grupo Walker está en contra de la actitud de la señora Thatcher, si bien prefiere llejar a un acuerdo voluntario con los sindicatos en todo lo relativo a salarios.
Otro punto de conflicto con la línea oficial del partido es el correspondiente al recorte de los gastos oficiales. Mientras la señora Thatcher sostiene que hay que reducir esos gastos prácticamente en todas las esferas (excepto la Defensa), el grupo Walker opina que se debe diferenciar entre los gastos oficiales susceptibles de aumentar la producción (como las industrias nacionalizadas del carbón y el acero) y los que no pueden contribuir en modo alguno a la rehabilitación económica.
Mientras tanto, la señora Thatcher y su shadow cabinet siguen convencidos de que una libre inteligencía entre los tories y los sindicatos, sin imposiciones legales (que fracasaron tan rotundamente bajo Heath), será la mejor manera, la única quizás, de poder gobernar si suben al poder.
Así han concertado una reunión de alto nivel con los directivos de las Trades Union (TUC) para Fines de enero. Será el primer contacto oficialmente conciliatorio de los conservadores con los jefes sindicales desde el famoso enfrentamiento del gobierno Heath con los mineros, que dio al traste con el gobierno conservador y llevó a los laboristas al poder en 1974.
Entre los temas de discusión entre conservadores y sindicatos habrán de figurar, sin duda, la economía nacional y la actitud de los conservadores hacia la escabrosa cuestión de las relaciones laborales.
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