Nada más que quinientos millones

Ayer se firmó un convenio entre el Ayuntamiento de Madrid y la DND, por el que ambos, a partes iguales y en terrenos municipales, invertirán mil millones de pesetas en construcciones deportivas durante los próximos cuatro años. El mantenimiento futuro de dichas instalaciones y la dotación de profesionales educadores correrá igualmente a cargo del Ayuntamiento. En las páginas de local encontrarán ustedes cumplido detalle de qué instalaciones son las previstas.Así pues, la DND va a desembolsar quinientos millones solamente en el casco urbano madrileño. En el convenio no entra para nada la provincia. Que recordemos, en España hay 52 provincias. Aunque la inversión individual en su mayoría corresponderla -en caso de hacerse- a menores cantidades por la inferior densidad de población, en una multiplicación aproximada la cifra a desembolsar por el organismo rector del máximo organismo español pasaría largamente de los 20.000 millones de pesetas.

Pero no, no hay que asustarse por las cifras. Si esta temporada continúa el ritmo de recaudaciones en las quinielas como hasta ahora, sobre los setecientos millones semanales, el total aproximado al final de ella se acercará a los 30.000. Deducido el 22% para la DND, superará en algo los 6.000. Así pues, en esos cuatro años, hasta 1980, el deporte español contará con unos 24.000 millones -muy posiblemente algo más, pues subirán las recaudaciones para subsistir. Si los gastos sólo de instalaciones podrían pasar de los 20.000 sin grandes alardes -también costará más la construcción- se deduce que pese a manejarse tamañas cantidades, aún faltarían más, muchos más. De instalaciones únicamente no vive el deporte, está claro.

También vive, por ejemplo, de gente que trabaja y a la que a veces ni se tiene en cuenta. Emilio Pradillo, delegado provincial de Deportes en Madrid con muchos años ya de eficiencia en el cargo y cerebro gris del equipo que elaboró el plan ayer firmado, fue invitado a última hora, deprisa y corriendo, al acto. Unos crían la fama y otros cardan la lana. Está visto.