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El ingeniero de San Sebastián fue secuestrado por error

Antes de cumplirse el tercer día del supuesto secuestro ha sido puesto en libertad el ingeniero donostiarra Ramón Pastor López-Andújar, desaparecido el pasado lunes cuando se dirigía en coche a su trabajo. El señor Pastor aparecía a las seis de la mañana de ayer, profundantente dormido por los efectos de una droga artificial, en el interior de un Dauphine une Cifurquil con Aduna, propiedad de un obrero de la fábrica GASOR, de Andoáin.

Con este suceso se ponía fin al secuestro más corto de todos los habidos hasta el momento, premeditado -como ayer, apuntaba ya EL PAIS- en base a un error de cálculo de la persona a quien se trataba de secuestrar, pues el señor Pastor, lejos de ser el proptietario, de la industria IESA, donde trabaja, es únicamente un alto directivo de esta empresa para la que presta sus servicios como director de una de las tres factorías que tiene en las inmediaciones de San Sebastian.Precisamente por tratarse de un error, no ha habido organización alguna que haya reivindicado este acto, lo que contribuye a hacer todavía más confuso este oscuro suceso. En este sentido EL PAIS ha podido conocer en medios cercanos a la organización vasca ETA que las dos ramas armadas de este movimiento han negado rotundamente su participación en el acto, como lo hicieron desde el primer día del suceso.

Según fuentes policiales este secuestro podría haber sido realizado por un grupo de nueva configuración cuyo origen todavía se desconoce, aunque se piensa que pudiera tratarse de un grupo disidente de ETA y totalmente desvinculado de la organización. Según ha declarado la familia del secuestrado, Ramón Pastor ha manifestado que parecía un grupo bien organizado, pero que en su comportamiento tenían cierto aire de novatos.

En el transcurso de su corto cautiverio, los propios secuestradores a Ramón Pastor quien creía el que eran ellos. A lo que respondio que por los síntomas suponía que pudieran ser de ETA, pero ellos le negaron pertenecer a esta organización así como al FRAP, o al GRAPO, y terminaron diciendo: Somos quinquis.

La novedad que caracteriza a este secuestro de todos los anteriores es la utilización de la droga para hacer dormir e inutilizar por completo a la persona cautiva. Desde el primer momento del secuestro, cuando los individuos encapuchados entraron en su coche parado ante el semáforo rojo próximo a su domicilio, le dieron cloroformo y, posteriormente le inyectarían alguna droga de tipo morfinógeno, para evitar todo conocimiento.

Estas inyecciones se han ido sucediendo durante las dos jornadas de Cautiverio. Se le inyectaba las dosis suficientes para que recuperara cierta consciencia a las horas de Comer y cenar.

Según ha declarado su esposa, Mariam Gili, el trato por parte de los secuestradores ha sido en todo momento bueno y correcto.

Al haber estado en constantes situación de somnolencia, el señor Pastor no conoció muy bien los pormenores de su liberación

Rueda de prensa

«Cuando los secuestradores se dieron cuenta de que no era la persona indicada, quedaron desilusionados. Ellos iban por dinero, un dinero que no sé a que destinarían después». manifestó el ingeniero, Ramón Pastor en rueda de prensa mantenida con los informadores en su domicilio a las ocho de la tarde de ayer. EI señor Pastos "explicó con detalle cómofue secuestrado, y declaró que «tuvo pocos momentos de lucidez durante las 48 horas que permaneció secuestrado y que tuvo pocas conversaciones con sus se cuestradores». El liberado añadió que, a su juicio, los secuestradores eran gentes preparadas, tal como habían llevado a cabo la operación, y que le habían estado siguiendo desde hacía tiempo, hecho del que no se había dado cuenta en ningún momento. Al iniciar su relato, el señor Pastor tuvo palabras de elogio para el comportamiento de sus cumpleoaños de trabajo. «Es más, estoy convencido -concluyó- de que la nota aprobada por los obreros de la fábrica de Rentería y la reaccion de la opinión pública contribuyeron a mi liberación.»

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