Burgos: prosigue la huelga de hambre de los presos etarras
Hoy se cumple el cuarto día de la huelga de hambre que están llevando a cabo doce vascos, militantes de ETA, internados en la prisión provincial de Burgos. Esta huelga que se había iniciado por solidaridad con Múgica Arregui, encerrado en celda de castigo tras un pequeño altercado con uno de los funcionarios de la prisión, pone de manifiesto una vez más la tensión que se vive dentro de este centro, cuyas condiciones internas han sido objeto de numerosas denuncias, tanto por parte de los internos, como de los familiares.Abogados de los presos internos han comunicado a EL PAIS que la situación es realmente crítica, ya que éstos están sometidos a una constante presión por parte de determinados funcionarios, lo que hace que -como en este caso- salte la chispa y se produzca, en consecuencia, el castigo. En el día de ayer, madres de los presos de Burgos han visitado al gobernador civil de la provincia, así como al obispo de la diócesis.
Tampoco ha cumplido el director del centro las promesas que hace tres meses hiciera el director general de Prisiones a los familiares de los presos, cuando acudieron a presentarle un dossier de denuncias sobre las condiciones que soportan los presos en Burgos.
Según manifiestan los ahogados, nada de esto se ha cumplido, y los internos siguen quejándose de los cacheos rigurosos a los que son sometidos desnudos cuando han de conversar con ellos. lgualmente, han denunciado cómo, las conversaciones de los presos con sus abogados, rigurosamente secretas, son intervenidas a través de un cristal roto de la sala. Esta última situación la confirma una manifestación hecha por el propio director del centro, Prudencio Lafuente Mimenza, al declarar en una ocasión: «Ya sabemos que no hablan con los presos de asuntos procesales.»
Por su parte, uno de los abogados, Juan Cruz Unzurrunzaga, ha denunciado de nuevo otra condición de excepción que impone la prisión de Burgos al ser la única en todo el Estado español que interrumpe durante tres horas -de una del mediodía a cuatro de la tarde- la comunicación de los abogados con los presos, mientras la legislación española establece que ésta puede llevarse a cabo de sol a sol.
En cuanto a las condiciones físicas de los presos para realizar esta huelga de hambre, es Pérez Beotegui, Wilson, quien se encuentra en peor estado de todos, ya que sufre una úlcera duodenal perforada, sin que hasta él momento le haya podido asistir ningún médico.
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