Puerta a la esperanza

La gran mayoría de los españoles, como era previsible, han dicho sí al proyecto de Reforma Política del obierno,que prevé la elección por sufragio universal en 1977 de un Congreso de Diputados y de un Senado.( ... ) El referéndum del 15 de diciembre que se ha desarrollado con una calma notable, confirma, pues, y da un carácter de solemnidad a la caída de la institución clave dispuesta por Franco y para Franco. Esto no quiere decir que la democracia ha sucedido el miércoles en España al totalitarismo, pero se ha abierto una puerta a la esperanza. La construcción de un régimen parlamentario realmente representativo es actualmente posible. La mal llamada democracia orgánica por los aduladores del caudillo, ha pasado a mejor vida. Los millones de ciudadanos españoles que han acudido a las urnas con un nuevo sentido de la responsabilidad y de la dignidad han dicho de una cierta manera adiós al franquismo.

(...) El texto adoptado el miércoles es incompleto, ambiguo, confuso. todavía marcado en ciertos artículos del espíritu franquista. Nada permite afirmar que la ley abra las puertag de una asamblea constitucional.

( ... ) Pero los españoles han comprendido que el buen sentido y la marcha de las cosas iban irreversiblemente en el sentido de la democracia. Si las elecciones gener ales previstas para el año próximo son verdaderamente libres, entonces las nuevas Cortes serán,de hecho constituyentes, y el principio reconocído de la soberanía popular permitiría elaborar instituciones democráticas. El referéndum era el primer paso, decisivo e indispensable, y que ha sido felizmente franqueado. Al preconizar la abstención, sin gran convicción, ciertos dirigentes de la Oposición sabían que ellos luchaban en un terreno minado.La propaganda insistente del Gobierno a favor del sí les ha irritado mucho, las tácticas políticas adoptadas en función de criterios morales, no son las más realistas. Sin embargo, sería superficial rehusar a estos hombres que defienden desde hace mucho tiempo un verdadero ideal democrático, reivindicar lo esencial. Es un hecho que los partidarios del no, nostálgicos del franquismo puro y duro han demostrado su debilidad numérica y que la abstención era un estado de espíritu. Sería un honor para el Gobierno de la. Monarquía no despreciar estos argumentos y hacer todo para que las próximas elecciones se desarrollaran en un clima sereno, honesto y democrático.

16 de diciembre