Luis, ovacionado en el entrenamiento de ayer

Luis fue muy ovacionado en el entrenamiento de ayer por la gran cantidad de aficionados que, excepcionalmente, asistieron al mismo. Igualmente fueron ovacionados algunos de los jugadores atléticos en el curso de la práctica. A la sesión de entrenamiento asistió lo más conocido de la plana mayor rojiblanca, con excepción del vicepresidente Santos Campano.

La afición está con Luis. Esto resulta incuestionable a la vista de la cantidad de hinchas del equipo que ayer por la mañana acudieron al entrenamiento celebrado en el Manzanares. Los entrenamientos del equipo, generalmente, se celebran a puerta cerrada. Ayer, la costumbre fue alterada, posiblemente porque el gran número de aficionados que acudió lo aconsejó así. Cuando Luis compareció en el campo, se le aclamó.El entrenamiento fue el Clásico de los jueves. Los presuntos titulares se enfrentaron a los demás componentes de la plantilla. El equipo de los titulares estuvo integrado por Pacheco; Marcelino, Benegas, Pereira, Capów; Robi, Salcedo, Leal; Aguilar, Leivinha y Ayala. Los mismos que jugaron en Santander, salvo Reina, portero titular, que se alineó con los suplentes, como es costumbre. Alberto y Bermejo sustituirían a Leal y Aguilar en el curso del partido a Leal se retiró con una pequeña lesión.

Los aficionados siguieron con interés el partido y dedicaron frecuentes broncas a los jugadores. Evidentemente, están del lado de Luis. Al entrenamiento también asistieron Calderón, Víctor Martínez, Carrascosa, el conde de Cheles y otros conocidos dirigentes del club. Quien no asistió fue Santos Campano, porque, en palabras de Calderón: «Su profesión le hace en estas fechas acostarse muy tarde.» Ya se sabe que Santos Campano es pastelero y anda muy atareado en las fechas navideñas.

Al final del entrenamiento Luis concedió una rueda de prensa. En el curso de la misma se ratificó en todo lo que expresó ayer: «Yo me quería ir por problemas familiares. Problemas de otro tipo puedo tener, como todos los entrenadores. Problemas siempre hay en cualquier club. Pero lo que a mi me pesaba era mi distanciamiento de mi familia. Son muchos años dedicado al fútbol, muchos años de faltar cada semana algunos días de casa, de no estar nunca un domingo. Mi mujer ha tenido muy pocos días de vacaciones en los últimos años. Mis hijos se van haciendo mayores y en algunas edades es más importante que nunca que los padres estén cerca de los hijos. Todo eso fue lo que me impulsó a presentar mi dimisión, cosa que, efectivamente, ya había hecho a principios de la temporada. Pero el club me ha recordado que tengo un contrato firmado y que mi obligación es cumplirlo.» Y eso fue todo. Luis sigue, y los jugadores, ante el hecho irrevocable de su autoridad reforzada y del efecto que el aficionado siente por él, tendrán un motivo más para actuar disciplinadamente. Si así lo hacen, el equipo saldrá ganando.

Aparente tranquilidad en el Zaragoza

Aunque se habla de que Muller, entrenador del Zaragoza, es uno de los hombres con mayores posibilidades de saltar de su equipo en cualquier momento, éste trabaja con aparente normalidad, una vez que consiguió que Arrúa y Jordao hicieran las paces y jugasen juntos el uno para el otro. Por lo que ha hecho el equipo en los entrenamientos, se espera que Muller alinee a Nieves; Rico, Manolo Conzález, Bastos, Royo; Pepe González, García Castany, Arrúa; Planelles, Jordao y Juanjo.