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Problemas laborales en la Bolsa

Durante los últimos meses se han producido en la Bolsa algunos problemas laborales que han provocado comparecencias en Magistratura y un conato de embargo a la Bolsa como detalle pintoresco.

La Bolsa, hace algunos años, tres o cuatro según fuentes laborales, comenzó a contratar personal, la mayor parte pluriempleados (trabajadores de banca, Seguros, policía armada, principalmente) para realizar trabajos eventuales. Esta eventualidad, según el letrado Héctor Maravall, se ha ido convirtiendo con el paso del tiempo en una situación estable. Sin embargo, el precio abonado por hora de trabajo, 100 pesetas, fue mantenido por la empresa desde los comienzos de la contratación de eventuales, sin hacerles participes tampoco de las pagas extraordinarias y de beneficios, así como del derecho a vacaciones que tienen los empleados fijos.

Uno de los trabajadores eventuales presentó el caso ante Magistratura, que falló contra la Bolsa, reconociendo al trabajador estabilidad en el empleo. Esta sentencia está recurrida por la empresa, pero el trabajador—hasta tanto se falle el recurso— tiene derecho a cobrar los salarios. De ahí que solicitara la ejecución de sentencia y que se produjera por despiste o falta de información del funcionario, el conato e embargo a la Bolsa.

Tras esta sentencia, según fuentes laborales, la Bolsa llegó a un acuerdo con la mayor parte de los eventuales, aceptando éstos marcharse a cambio de una indemnización. Otros trabajadores han pasado a integrar la plantilla de fijos, y un último caso se verá en Magistratura (despido por realizar pintadas de carácter político).

Tras algunas gestiones para contrastar con la empresa estas informaciones. Manuel de la Concha, vicesíndico de la Bolsa, confirmó a EL PAÍS, en lo esencial hechos descritos: no así su interpretación. La contratación de eventuales se hizo en los años del boom de la Bolsa por necesidades de trabajo. El prescindir ahora de aquellos trabajadores se debe, según el vicesíndico, a la disminución del trabajo y a las quejas del personal fijo, que veía disminuidas sus horas «extras». No obstante, se les ofreció a estos trabajadores la posibilidad de pasar a fijos o ser indemniza dos. Alrededor de veinte trabajadores optaron por la primera solución, siendo indemnizados el resto (excepto los dos casos pendientes de resolución por las autoridades laborales).

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