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La OTAN estudiará las propuestas de la "cumbre" de Bucarest

Las tres reuniones ministeriales entre países miembros de la Alianza Atlántica (eurogrupo, comité de planes de defensa y consejo de Atlántico Norte), previstas para semana próxima en la sede de OTAN, tendrán un denominador común: las relaciones de los países occidentales con los países del Este europeo, agrupados en el Pacto de Varsovia.Después de pasar revista a lo problemas específicos europeos en el seno del eurogrupo, los ministros de Defensa se ocuparán de dilema de la estandarización de armamentos entre países de la OTAN y de la puesta en marcha del costoso plan Awacs (sistema de aIerta y control aéreo permanente). El almirante sir Peter Hill-Norton, presidente del comité militar, realizará un informe sobre el potencia militar soviético y el equilibrio entre la OTAN y el Pacto de Varsovia.

Las propuestas del Pacto de Varsovia en dirección de occidente, formuladas al término de Ia reunión del comité ejecutivo del Pacto, celebrada hace una semana en Bucarest, estarán en el centro de deliberaciones en la sede de la OTAN.

Los occidentales ponen en dudas afirmaciones de Moscú de reucción del presupuesto de defensa. Al contrario -según los expertos de la OTAN-, la URSS destina actualmente entre un 11 y un 13% de su producto nacional bruto al sector militar. Nuevas armas, como el misil SS-X-20 de alcance intermedio, preocupan en medios militares de la OTAN. Sobre todo porque sus objetivos estarían fijados sobre europa occidental.

La petición del Pacto de Varsovia de que los pactos militares; es decir, OTAN y Pacto de Varsovia, renuncien a su cláusula de ampliación de fronteras, se interpreta como una maniobra para condicionar una eventual entrada de España en la OTAN, en la que estarían muy interesados Estados Unidos. Kissinger -que participará en su último consejo atlántico, al ser sustituido por Cyrus Vance, en la Secretaría de Estado- podría aportar precisiones. Washington no parece dispuesto a dejar intimidarse por la advertencia soviética.

Sin embargo, otros países europeos miembros de la OTAN podrían ser sensibles a la idea soviética de mantener el statu quo actual en la península Ibérica. Sobre todo si reciben garantías de no intervención del Pacto de Varsovia en Yugoslavia después de la desaparición del mariscal Tito.

En el capítulo nuclear, los occidentales no responderán a la iniciativa de Moscú, que propone un compromiso entre ambos pactos para que ninguno utilice primero el arma atómica. La propuesta, dicen en medios atlánticos de la capital belga, no tiene ningún sentido. La ausencia de armas convencionales del Pacto de Varsovia en la zona fronteriza entre las dos Europas es superior a la presencia militar occidental. La única fórmula de disuasión de los occidentales en dirección al Este es guardar las manos libres para determinar a que nivel las armas nucleares podrían intervenir para apoyar las convencionales.

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Los países miembros de la OTAN mostrarán también su inquietud por la deuda exterior de los países del Este en dirección de Occidente. Gracias a la ayuda financiera y tecnológica de los países capitalistas, la URSS y sus aliados pueden destinar mayor parte de su gasto público a la defensa.

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