La "devolución de poderes" a Escocia y Gales, divide a los conservadores

El Gobierno fantasma conservador de Margaret Thatcher ha decidido pronunciarse en contra de la ley de devolución de poderes para Escocia y Gales. La líder «tory» está en desacuerdo, sobre todo, con la parte de la ley que otorga poderes legislativos a los escoceses. Tanto ella como otras figuras relevantes de su partido estiman que una devolución administrativa es necesaria en este momento, aunque afirman que el control final de todas las decisiones de la futura asamblea escocesa debía ejercerse desde Londres.

La legislación empieza a debatirse ahora en la Cámara de los Comunes. A finales de diciembre podría conocerse cual es la reación parlamentaria ante la devolución, un proyecto constitucional que puedecambiar por completo la fisonomía del Reino Unido y que ya ha dividido a los dos principales partidos, el laborista y el conservador, y ha unido a los liberales.La división laborista sobre el tema se ha basado hasta ahora, ante todo, en la ausencia de una proposición paralela que también ofrezca poderes para las regiones inglesas. El anuncio de que va a hacerse esta propuesta, en un plazo breve, ha anulado los temores de una nueva desunión del partido en las votaciones de la ley de Devolución.

La decisión de Margaret Thatcher de obligar a los diputados conservadores a votar contra el provecho de ley del Gobierno de Callaghan no ha conseguido la aprobación de la base de su partido, que sigue dividida en el Parlamento entre los que apoyan las oposiciones centristas Y pro-devolución de Edward Heaíh, Y los que son leales a la postura más radicalmente derechista de la líder actual. Heath ha llegado a sugerir la posibilidad de convocar un referéndum para dar a escoceses y Pleses la oportunidad de definirse sobre si quieren continuar siendo miembros del Reino Unido.

El otro sector del partido estima que esa clase de consulta popular es extremadamente peligrosa en consideran que la propia ley de Devolución, que. los nacionalistas descalifican, no tiene sentido en las actuales. circunstancias británicas. Conservadores galeses, precisamente, han dicho que lo que se necesita ahora en este país es unidad y no ningún conflicto de carácter constitucional que aumente en el extranjero la impresión de que vivimos en crisis permanente.

Los liberales, reticentes

La unidad de los liberales, cuyo líder, David Steel, es escocés,- no se basa en su oposicion o su acuerdo al carácter descentralizador de la ley propuesta por los laboristas, sino en otro caballo de batalla que el liberalismo británico no abandona. En este momento el partido sólo tiene once escaños en el Parlamento, a pesar de que cuenta con cinco millones de votantes en todo el país. Los liberales hubieran querido ver que el sistema electoral para formar las asambleas de Escocia y Gales fuera distinto al que se sigue para dotar al Parlamento de Londres. Sin embargo, en el proyecto de ley se sigue el patrón inglés y se abandona la fórmula de la representación proporcional, lo que garantiza un fracasó total de los liberales en las posibles elecciones para dotar a ambas asambleas. Por eso, Steel ha advertido al Gobierno laborista que no debe dar por descontado nuestro apoyo parlamentario a lo quepropone, porque en aquella circunstancia el Partido Liberal no quiere dejar a un lado sus convicciones.