Oficialistas

Luis Soriano fue reelegido ayer en la asamblea de la Federación Española de Motociclismo para otros cuatro años como presidente de la misma. Era el único candidato y, lógicamente, se ha convertido en el primer mandatario según las nuevas normas de la DND. Lo curioso, sin embargo, es que ya lleva en el cargo desde 1967. Si Benito Castejón no opina lo contrario, podrá estar en el cargo la friolera de trece años. Por lo visto, el motociclismo español, en el que salen corredores casi por ciencia infusa, dada la falta de circuitos y medios -véanse los casos de Nieto y, sobre todo, de Palomo-, no necesita ideas nuevo o no hay nadie más que quiera molestarse en tenerlas.Soriano. sin campañas, sin casi publicidad de las normas de su deporte -¿para qué?-,va a preceder a Pablo Porta que dimitió simbólicamente el do-mingo, candidato único, también. Para empezar, pues, las dos primeras federaciones en la lista del procedimiento electoral dan toda la sensación de que prolongan el tradicional sistema del dedo. Las nuevas perspectivas democráticas -o como quieran llamarse- no son muy halagüeñas que digamos-.y no sólo por lo dicho. Cuando se abre en cualquier federación el período.de sugerencias, éstas casi brillan por su aus encia. Una vez conocidas las normas definitivas,los candidatos se oscurecen aún más. La DND, que se dio excesiva prisa en comenzar el tinglado, va ahora demasiado despacio en la mayoría de los casos y los interesados no saben qué hac~ry los periodistas y lectores, casi, casi, de qué va.

Como contraste, en atletismo, los posibles candidatos parecen más enterados que ninguno y hasta entablan polémicas. El actual presidente, Forcano, tiene convocada para hoy una reunión de la Liga de clubs, en la que difícil será que no se barajen votos. No es el primer caso que se da en el deporte rey de jugar con ventajas oficialistas. Oficialistas, naturalmente, son Soriano y Porta. ¡Qué casualidad!