La oposicion al trasvase Tajo-Segura, expuesta a don Juan Carlos

Los Reyes don Juan Carlos y doña Sofía realizaron ayer una visita a Toledo y su provincia en la que, una vez más, tomaron contacto directo con la gente y sus problemas. La visita se inició a las diez de la mañana en Talavera de la Reina, a cuyo campo de fútbol llegaron Sus Majestades a bordo de un helicóptero. Acompañaban a los Reyes el ministro de Obras Públicas, Leopoldo Calvo Sotelo, y los ayudantes de don Juan Carlos.

En el Ayuntamiento talaverano fueron saludados por el alcalde, presidente de la Diputación y demás autoridades y, tras descubrir en el vestíbulo una placa conmemorativa, de su visita, los Reyes salieron al balcón principal, donde fueron recibidos con vítores y aplausos por la gente congregada en la plaza que portaba pancartas, en algunas de las cuáles se exponían los principales- problemas y peticiones de los talaveranos: «Viva el trabajo. Si nos trasvasan el río nos quedaremos sin tajo.»Tras la entrega a don Juan Carlos de la Medalla de oro de la ciudad y a doña Sofía del título de alcaldesa honoraria perpetua, se les ofreció, por una cooperativa artesanal talaverana , una vajilla típica, con las iniciales de los Reyes grabadas bajo la corona real. Desde el Ayuntamiento, Sus Majestades se trasladaron a la ermita de Nuestra Señora del Prado, patrona de Talavera, donde se rezó una salve.

Visita a la catedral de Toledo

A las doce y veinte del mediodía llegaron los Reyes a Toledo, donde fueron recibidos por las primeras autoridades civiles, militares y eclesiásticas. Don Juan Carlos y doña Sofía subieron a un podium desde donde escucharon la interpretación de los himnos nacionales y a continuación el Rey pasó revista a una compañía de suboficiales de la Academia de Infantería de Tóledo que les rindió honores.

En la puerta de Visagrá, donde tuvo lugar la recepción oficial, el alcalde, Angel Vivar, entregó a don Juan Carlos las llaves de oro de la ciudad. Los Reyes se trasladaron seguidamente al puente de la Cava, sobre el río Tajo, donde procedieron a su inauguración.

Entre las aclamaciones de miles de toledanos, los Reyes se dirigieron a la catedral. En la puerta de Reyes fueron recibidos por el cardenal primado, monseñor González Martiny el cabildo catedralicio.

Tras unas breves palabras del cárdenal primado en las que resaltó las virtudes de los Reyes y puso, de manifiesto que no debía olvidarse la fe ni el nombre de Dios, los Reyes abandonaron la catedral para dirigirse, a pie, al Ayuntamiento entre las aclamaciones del público que bordeaba el itinerario.

Desde el balcón principal del Ayuntamiento los Reyes respondieron a, las muestras de afecto, y el alcalde, tras expresar su gratitud por esta visita, hizo el ofrecimiento de la medalla de oro de la ciudad a los Monarcas. El Rey contestó con otras palabras en las que se refirió elogiosamente a la ciudad de Toledo y a sus habitantes y les animó a seguir trabajando en pro de España.

Reunión de trabajo

A continuación los Reyes se trasladaron al palacio-hospital Tavera, donde don Juan Carlos celebró una reunión de trabajo con diversos representantes del mundo laboral, económico y social de la provincia, en la que se trató de las compensaciones por el trasvase Tajo-Segura, de las obras públicas necesarias en la ciudad, del problema de viviendas y de la infraestructura hidráulica, educación, paro y posibles soluciones.

Tras un almuerzo en el mismo palacio, los Reyes prosiguieron viaje a Villacañas y otros pueblos de la provincia, regresando a Madrid a última hora de la tarde.