Querella contra varios miembros de la Guardia Civil de Basauri
La súbdita norteamericana Carlota Crawford presentó ante el juzgado de guardia de Bilbao, a última hora de la tarde del miércoles, una querella por allanamiento de morada y coacciones contra el teniente de la Guardia Civil, Francisco Nieva y otros funcionarios de la misma institución destinados en Basauri.Los hechos que han motivado esta acción ocurrieron en la madrugada del día 11 de junio, pocas horas después de que fuera acribillado a balazos el jefe del Movimiento de esta localidad vizcaína, Luis Carlos Albo. Sobre las tres de la madrugada, varios automóviles se detenían en una de las laderas del monte Archanda, ante el caserío en el que vive la querellante, casada con José María García Díez, presidente de la Asociación de Catedráticos de Enseñanza Media de Vizcaya.
Ante el temor de que pudiera tratarse de un comando de extrema derecha, el marido huyó por una ventana para avisar a unos vecinos, mientras que su mujer y dos hijos de corta edad se encerraban en una habitación.
Una vez que los ocupantes de los automóviles, todos ellos vestidos de paisano, habían penetrado en la casa y al no poder forzar la entrada a la habitación en la que permanecían encerrados, se identificaron como guardias civiles.
La querellante se queja de malos tratos por parte de las fuerzas del orden.
Mientras se desarrollaban estos hechos, dos coches-patrulla se detenían frente a la puerta, para reanudar de nuevo la marcha al identificarse como guardia civil uno de los que habían entrado en la casa. Después de un minucioso registro, el grupo abandonó el domicilio de la señora Crawford.
El cónsul norteamericano en Bilbao, Walter G. West, le visitó ese mismo día y le comunicó que el coronel de la Guardia Civil le había manifestado que se trataba de una investigación rutinaria llevada a cabo por fuerzas de la Guardia Civil y que no tenía fundamento la suposición de que se tratara de un comando de extrema derecha.
La querellante solicita que se identifique a los demás funcionarios que actuaron a las órdenes del teniente Nieva y que declare en el caso el cónsul norteamericano.
A raíz de la investigación judicial abierta ea relación con estos hechos, el juzgado de primera instancia número 1 de Bilbao abrió sumario contra el teniente de Basauri, por presunto desacato a la autoridad judicial, pero el caso fue sobreseído por estimarse que no había existido actuación delictiva.
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