Democristianos, socialistas y comunistas estudian una operación política común

Una consulta de cierta importancia va a plantearse entre las más importantes fuerzas democráticas de centro-izquierda -Equipo Demócrata-Cristiano, Partidos Socialista Popular y Socialista Obrero y Partido Comunista-, precedida del estudio y análisis de la situación política por parte de cada una de ellas. No se esperan decisiones concretas, y sí un amplio debate en torno a los más importantes problemas del momento político, tales como la marcha de la reforma Suárez, las posibilidades de negociación Poder-oposición, y la postura ante la convocatoria de un referéndum.

Para la oposición el problema es delicado, y está abocada a tomar, en un plazo breve, una decisión importante: la acogida que deba darse a los resultados de la reforma Suárez, con la prueba de fuego que podría suponer una primera confrontación pública de las fuerzas en presencia, proporcionada por la realización del referéndum con que el Gobierno intentará sancionar la reforma, en caso de que consiga su aceptación por las Cortes.La plataforma de organismos unitarios de la oposición, reunida el pasado día 4 en Canarias, emitió ya su postura ante el referéndum, Acogiéndose a la abstención como alternativa, en caso de no lograr el cumplimiento de sus condiciones. Con la abstención, la oposición no cierra el camino a la reforma Suárez; en el hipotético caso de que sé registrara en ese referéndum una abstención del 50%, por ejemplo, bastaría un 26% de votos a favor para la aprobación de la reforma.

Sin embargo, políticamente no significa lo mismo un porcentaje que otro. El 80% de votos a favor del sí en el referéndum sería un fuerte respaldo al Gobierno, y una necesidad mucho menor de tener que negociar las elecciones con la oposición; en cambio, porcentajes más altos para esta última constituirían un fuerte capital político para ella, en detrimento del Poder. Esto sin olvidar la pública denuncia de un referéndum que, al encaminar al país hacia la democracia, habría sido montado con métodos sensiblemente parecidos a los de la autocracia que se intenta reformar. No de otra forma sería presentada una negativa gubernamental a garantizar la igualdad de oportunidades, ante la ley y ante los medios de propaganda, de todas las fuerzas políticas.

Falta por conocer el grado de. acuerdo de áreas de oposición no integradas en los organismos unitarios. Los núcleos de decisión se muestran muy discretos, y nadie quiere deslizar una palabra que pudiera ser mal interpretada. Sin embargo, se sabe que las consultas Equipo Democristiano-socialistas-comunistas tienen por objeto lograr un consenso sobre las líneas básicas a seguir, tanto sobre el dispositivo negociador con el Gobierno como en lo que se refiere a postura frente al referéndum.

Izquierda Democrática, por ejemplo, parece tener el criterio de no tomar postura en tomo al referéndum hasta que no se conozcan el contenido y garantías del mismo. Las ideas de los grupos democristianos al respecto, probablemente serán discutidas en la reunión que hoy celebra el Equipo, fuerza política que aún no se ha pronunciado como tal en la cuestión del referéndum.

Tanto el referéndum como la negociación con el Gobierno serán tratados también en las entrevistas de los cuatro grandes de Coordinación Democrática con el Equipo Demócrata Cristiano, en una consulta autoconvocada -para evitar las susceptibilidades sobre presuntos protagonismos, que ocasionó la anterior convocatoria democristiana a una serie de partidos-, y cuando parecen en trance de superación las dificultades que se habían perfilado la semana pasada por la existencia de dos operaciones: una, la negociación de las elecciones; otra, el denominado compromiso constitucional. Actualmente se tiende a considerar que son dos etapas de la misma operación.

Para llegar a ese compromiso -estiman las fuentes consultadas-, habría antes que poner los medios de que sean posibles las elecciones a Cortes Constituyentes. Si el éxito acompaña a la oposición democrática en dicho tema, sería el momento de estudiar la viabilidad de dicho compromiso, cuyos objetivos son tres: ponerse de acuerdo en los puntos fundamentales de la futura Constitución; hacer lo propio respecto al marco de medidas económicas necesarias para impedir la continuación del deterioro económico durante el periodo constituyente; y obtener un consenso sobre medidas provisionales de la gestión gubernamental en ese período, tales como actuación de los gobernadores civiles, y otras.

Hasta entonces, el camino a recorrer es todavía largo. Las reuniones del Equipo Demócrata Cristiano, hoy, seguidas de las consultas con socialistas y comunistas -esta misma noche, posiblemente- serán observadas con un interés paralelo al que los círculos políticos sienten por las evoluciones del proyecto de reforma. A ellos se añadirán contactos con otros grupos.