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Veinte pueblos asturianos, inundados

«No queremos propaganda ni más promesas que luego nunca se cumplen, ¿Dónde están esos catorce millones presupuestados para la defensa del río?», decía indignado a las autoridades un vecino de Tudela de Agüeria, declarado pueblo más bonito de Asturias en 1970 y hoy víctima de las inundaciones producidas por el desbordamiento del río Nalón.Un muerto, cinco carreteras cortadas, puentes caídos, varias localidades aisladas y numerosas pérdidas materiales, así como de animales y ganado es el balance de las inundaciones que en la madrugada del jueves afectaron a más de veinte pueblos asturianos.

Las persistentes lluvias de días pasados ocasionaron el desbordamiento de varios ríos, principalmente del Nalón, que al no contar en gran parte de su recorrido con diques de contención anegó extensas zonas ocasionando numerosos daños. La víctima, Manuel Valderrey, de 59 años, casado, con un hijo y mutilado del ejército republicano, fue arrastrado por las aguas en Llaranas(Avilés) cuando trataba de abrir la compuerta de un canal.

La zona más afectada fue el valle de Tudela-Veguín, donde casi anualmente se vienen repitiendo las inundaciones con mayor o menor intensidad sin que, a pesar de las continuas denuncias de los vecinos, se hayan tomado las medidas oportunas para evitar tales catástrofes.

Desde la medianoche del miércoles hasta el mediodía del jueves el desbordamiento del Nalón anegó extensas zonas llegando a alcanzar el agua en algunos casos más de un metro de altura. En Tudela de Agüeria, donde a mediodía se personó el alcalde de Oviedo y varios concejales, a pesar de los esfuerzos que desde la madrugada realizaron equipos de bomberos, Guardia Civil y Policía Municipal, poco pudieron hacer para evitar mayores inundaciones. Tres mujeres que se hallaban incomunicadas en una casa, -una recién operada, otra inútil de una pierna y otra anciana de ochenta años-, fueron rescatadas en un bote de goma. En Casomera, la riada se llevó más de diez metros de carretera. Por otra parte en Santianes, Barredos y Trubia, la carretera quedó cortada.

Por último, Vegalencia, pueblo de cuarenta vecinos, estuvo incomunicado todo el jueves sin que, a pesar de haberse solicitado urgentemente ayuda por teléfono varias veces, se les atendiera. Incluso, a pesar de su incomunicación -el puente colgante se lo llevó la riada y en la carretera había más de un metro de agua- desde un centro oficial se les comunicó que enviasen un escrito al gobernador explicando la situación.

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