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Reportaje:

El movimiento asociativo de vecinos no es exclusivo de Madrid

La necesidad del pleno parece evidente de cara a regular y normalizar la mecánica de un organismo, la Federación, que contra lo que se pueda creer, existe en numerosas provincias españolas, algunas de ellas, como Barcelona y Bilbao, con mayor tradición y veteranía que la de Madrid, aunque ésta, por las connotaciones típicas que ofrecen la mayoría de las situaciones planteadas en la capital de España (centralismo político-social, económico y de estructuras) ha adquirido en algo menos de dos años un protagonismo insoslayable.El Centro de Investigación y Documentación Urbana y Rural, CIDUR, ha elaborado para EL PAIS un informe, que se ofrecerá en dos capítulos, en el que se analiza el nacimiento, funcionamiento y características de las federaciones de aquellas provincias en las que el movimiento ciudadano tiene un mayor peso específico.

CIDUR nació de la práctica de un número determinado de personas que han ejercido a lo largo de estos últimos años distintas actividades de asesoramiento y colaboración a las reivindicaciones urbanas desarrolladas en distintos barrios y pueblos del área de Madrid.

«No nos consideramos, dicen, un grupo de especialistas en cuestiones urbanas, ni un grupo político a nivel ciudadano, sino un colectivo de trabajo en el que participan miembros de asociaciones y profesionales.» En la actualidad, CIDUR presta un servicio permanente de información y asesoramiento a través de distintos niveles de asistencia profesional, difunde publicaciones que contribuyan a crear estados de opinión sobre las condiciones de vida en el medio urbano, promueve y realiza investigaciones sobre la problemática urbana para transformarlas en propuestas de actuación, crea un amplio fondo de documentación y, finalmente, contribuye a la formación y capacitación de personas interesadas en estas materias mediante la realización de seminarios, cursos, encuentros y otras actividades.

Impulso de un movimiento

Dos rasgos, entre otros, caracterizan al movimiento asociativo en los barrios, no solamente en Madrid, sino en todo el Estado.El primero, la amplitud y extensión que han alcanzado las asociaciones de vecinos. Puede decirse que, a excepción de algunas grandes poblaciones en las que existen asociaciones de vecinos desde hace años, en conjunto, el número de asociaciones que han nacido durante el año en curso iguala o incluso supera al número existente antes de 1976. Este auge del movimiento asociativo se encuentra en parte frenado por la Administración, que retrasa su legalización definitiva. En la mayoría de las ciudades españolas existen asociaciones «en trámite» que aguardan su reconocimiento organizando campañas más o menos intensas en torno al ejercicio de este derecho a asociarse.

El segundo rasgo común se refiere a la coordinación de las mismas asociaciones de vecinos entre sí dentro de cada localidad o a plano provincial, buscando con ello una estrategia de actuación frente a los innumerables problemas de índole jurídica, urbanística y social. Esta coordinación ha tomado la forma de federación, constituida con todos los requisitos legales, o bien se mantiene a nivel de asamblea estable de representantes de asociaciones, sin iniciar trámite legal alguno para su legalización.

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Barcelona: 133 asociaciones

En Barcelona existe un intenso movimiento asociativo. La primera asociación de vecinos nace en 1921 (en la calle Boquería) y ese mismo año se crean otras más.La Federación existe desde 1972. La forman inicialmente siete asociaciones de comerciantes y vecinos, Hace dos años entran en la Federación un bloque fuerte sobre todo de, las más combativas, y en abril de este año son 133.

La Federación de Barcelona -la única aprobada legalmente, como de vecinos- tiene una muy desigual composición. Junto a asociaciones de barrios periféricos especialmente conflictivos, existen asociaciones de comerciantes y vecinos calificadas peyorativamente por algunos como asociaciones «de la bombilla», porque su mayor preocupación consiste en la iluminación navideña de las calles. La diferencia tanto numérica de socios como de actividad, entre unas y otras, es notable. En las elecciones pasadas triunfó la propuesta de «cada asociación, un voto» mantenida por las asociaciones de vecinos y comerciantes frente a otra propuesta que estimaba que el número de votos debía ser proporcional al número de socios de cada asociación.

La Federación de Barcelona ha ido radicalizando progresivamente sus posiciones. Fue la Federación la que promovió a comienzos de año una manifestación pro amnistía; sus actuaciones más importantes han girado en torno a la campaña del uso del catalán, contra el Plan Comarcal y actualmente por la dimisión del alcalde Viola.

Aún así, hay asociaciones que estiman que la Federación no recoge como debiera las aspiraciones de los vecinos de barrios periféricos. Por eso, y porque el ámbito de la Federación es Barcelona ciudad, se han creado diversas coordinadoras -de vivienda, de guarderías, de jubilados y otros- que aglutinan a comisiones de diversas asociaciones en un ámbito provincial. Hace unos días, la Federación difundió un comunicado aclarando que nada tenía que ver con la Coordinadora de Vocalías Laborales de Asociaciones de Vecinos de Barcelona ni con la publicación que ésta edita periódicamente.

En otras poblaciones de la provincia, como Hospitalet, Santa Coloma de Gramanet, Badalona, Mataró, Sabadell y otras, existen o bien federaciones aún en trámite o bien coordinaciones de entidades ciudadanas. Igualmente en el resto de las provincias catalanas.

Para el presidente de la Federación, señor Pons, un aspecto de importancia es «la capacidad de diálogo que tiene la Federación con la Administración, que es algo que escapa a las asociaciones aisladamente».

El presupuesto anual de la Federación es de 300.000 pesetas.

Sevilla: período de reestructuración

En Sevilla, la Confederación de Asociaciones de Vecinos, de ámbito provincial, se encuentra en período de reestructuración. Si bien funciona como tal confederación desde hace varios meses, «el traje con el que se inició, se ha quedado chico».En la última asamblea celebrada a mediados de septiembre, la más amplia de las celebradas hasta la fecha, en la que participaron veintiuna barriadas y doce pueblos de la provincia, y en la que existió una evidente tensión sobre el funcionamiento futuro de la Confederación, se decidió que la junta promotora inicial presentara su dimisión con objeto de abrir un período más ajustado a la realidad actual del movimiento de barrios; asimismo se planificaron una serie de actuaciones sobre las asociaciones existentes aún sin legalizar.

En Sevilla, antes de formarse la Confederación, que se encuentra «en trámite», cabe destacar la campaña conjunta de diversos barrios en torno a la enseñanza. Como actividad más importante a nivel ciudadano que ha puesto en marcha la misma Confederación, se encuentra la llevada a cabo en torno a la corta de la Cartuja, sobre la que en meses pasados informó EL PAIS en una serie de su corresponsal en Sevilla.

Zaragoza: empresas peligrosas

Para Ricardo Berdié, secretario de la Federación de Asociaciones de Zaragoza, ésta ha cumplido dos cometidos importantes: «la consecución de la unidad del movimiento de barrios que imposibilita cualquier intento de división, por parte de quien sea», y en segundo lugar «esta unidad es un valioso instrumento de cara a la consecución de un Ayuntamiento democrático».En la Federación están integradas veinticinco asociaciones, y su coordinación estable y amplia nace de la respuesta popular al cierre de siete asociaciones por orden gubernativa en noviembre pasado.

Actuaciones más destacadas: concentración de 15.000 vecinos ante el Gobierno Civil el mes de enero; protesta conjunta tras la explosión de Utebo; campaña contra empresas peligrosas; actuaciones sobre el transporte público, y otras.

Funciona con una comisión ejecutiva, un pleno y coordinadoras de comisiones de trabajo. Estas agrupaciones de trabajo «han planteado importantes movimientos de protesta frente a la política del Ayuntamiento de Zaragoza, que, sobre todo ante el problema urbanístico, viene manteniendo desde hace años una actitud caciquil y favorecedora de intereses particulares de los grandes personajes de la ciudad».

De hecho se coordinan entre sí en Zaragoza tanto asociaciones de cabezas de familia como de vecinos y propietarios.

Bilbao: por unos ayuntamientos democráticos

Juntamente con Madrid y Barcelona es en Bilbao y comarca donde el movimiento asociativo en los barrios cuenta con mayor caudal de experiencias.Las asociaciones coordinan a través de una asamblea de delegados, aparte de las coordinaciones -muy frecuentes en los últimos meses- en torno a problemas concretos.

La Asamblea de Asociaciones, no constituida en federación según las normas legales vigentes, se encuentra, en estos momentos, en plena campaña por unos ayuntamientos democráticos. Las asociaciones de Bilbao y comarca tienen una larga práctica de coordinación. Ante problemas concretos como el trazado y características del futuro Metro o la construcción de una nueva planta contaminante de la empresa Sefanitro o la vivienda, y ante problemas de índole general como la enseñanza, las dificultades que experimentan las mismas asociaciones y otros. Merece la pena señalar el apoyo que las asociaciones en conjunto han venido prestando a campañas generales como la amnistía total, la amnistía laboral, por una costa vasca no nuclear.

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