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Zarzaquemada: denuncia sobre supuestas irregularidades en una cooperativa de viviendas

Cuarenta y cinco socios de la Cooperativa Cristo del Humilladero, de Zarzaquemada (Leganés), han presentado una denuncia ante el Juzgado de Instrucción para solicitar que se tomen medidas sobre varias supuestas irregularidades en su funcionamiento. Los demandantes exponen que la financiera Fibérica les quiera cobrar las letras de su vivienda, a pesar de que ya habían pagado a Antonio Mancero, presidente de la cooperativa, el importe total del piso. Se denuncia también el hecho de que no se celebre junta general ni se renueven los cargos desde hace tres años, en contra de sus mismos estatutos. Asimismo, se han pasado a cobrar a cargo de la cooperativa: diversos gastos de mobiliario, alquileres y personal del Círculo Social y Recreativo Granjeño, entidad presidida también por el señor Mancero.

La primera fase de la cooperativa la forman las 438 viviendas construidas en Zarzaquemada. En 1.973, los socios recibieron una circular del presidente, Antonio Mancera, en el sentido de que si pagaban lo que les restaba del importe total se les recogerían las le tras mensuales y se ahorrarían los intereses. Muchos de los vecinos lo hicieron así. Miguel de San Eduardo, por ejemplo, pagó 317.000 pesetas el 6 de diciembre de 1975. El 14 de abril de 1976 recibe una notificación de la financiera en la que se le dice que tiene pendiente de pago las letras desde septiembre pasado, conminándole a que las pague lo antes posible. Poco después recibieron una carta del mismo Antonio Mancera avisándoles que a partir del mes de marzo deberían seguir haciéndose cargo de las mensualidades, sin otro tipo de explicaciones.Los socios demandantes se han negado a seguir pagando nada y han interpuesto la denuncia mencionada. Por su parte, la financiera ha dejado de presentar las letras.

Renovación

El económico no es el único problema de la cooperativa. Los socios denuncian la falta de renovación de los cargos de la junta rectora. Según los estatutos los cargos se eligen por períodos de cuatro años, siendo renovables por mitades cada dos años. Cada año debe celebrarse junta general de socios, que deben aprobar las cuentas y la marcha general de la entidad.La última junta general se celebró el 27 de noviembre de 1973, en la que no se renovaron cargos. El 1 de abril de 1976 un grupo de socios solicitó, en cumplimiento del artículo 26 de los estatutos que se convocara junta general para al 29 del mismo mes, para discutir, aprobar o denegar las cuentas de los ejercicios 1973, 1974 y 1975, además de renovar la totalidad de la junta rectora y del consejo de vigilancia (compuesto por un grupo de socios que debería informar a los demás sobre el funcionamiento de la cooperativa), y de pedir explicaciones sobre varios actos, como la enajenación de locales comerciales, gravamen hipotecario de las viviendas, y el contrato de préstamo con una entidad financiera, concertados sin el previo conocimiento y aprobación de junta general alguna.

Alegando dudas sobre la autenticidad de alguna de las firmas, el presidente deniega la junta, que se vuelve a pedir el 25 de mayo para celebrarla el 9 de junio, esta vez acompañando el domicilio y el carnet de identidad de los solicitantes. El presidente la convoca para el día 30 de junio.

junta rectora que trajera un censor jurado de cuentas oficial. La comisión aún no ha conseguido acceso directo a la contabilidad de la cooperativa, y del censor no se sabe nada. Se acordó también celebrar junta general en la segunda quincena de septiembre y proceder definitivamente a la renovación. El 16 de septiembre los socios de la comisión reciben una carta del señor Mancera, invitándoles a tener antes una reunión conjunta con el delegado de la Obra Sindical. La comisión acepta en un principio, pero en una asamblea realizada el 22 de septiembre se decide exigir la junta general directamente. El delegado de la Obra Sindical pide entonces que se le presente la solicitud de convocatoria acompañada de las firmas necesarias, a pesar de que la junta se debía celebrar como acuerdo de la anterior. Hasta ahora no se ha convocado.

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Por entonces ya existía la segunda promoción de la cooperativa, 139 viviendas en la Dehesa de la Villa, gestionada y puesta en marcha sin conocimiento oficial de los socios. A la citada junta no se convoca a los socios de la Dehesa de la Villa, con lo que se desvirtúa su carácter de general. Aún así acudieron, avisados por los socios de Zarzaquemada, y se les negó la entrada. Al parecer, tampoco se le permitió asistir a un notario llamado para que diera fe de los acuerdos adoptados.

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