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Los Reyes no tendrán manifestación a su llegada a París

En el programa de la visita oficial de tres días que realizarán los Reyes, don Carlos y doña Sofía, a partir del próximo día 27, no se anuncia ninguna manifestación popular en las calles de París. Sobre las razones concretas, además de las políticas y diplomáticas que implica la vecindad entre Francia y España, la nota facilitada ayer a la prensa decía que ambos jefes de Estado tendrán ocasión de departir sobre temas de interés común.

A lo largo de las tres jornadas, se repetirán las recepciones. El primer día, el presidente francés, Giscard d'Estaing, recibirá a los Reyes en el Palacio del Eliseo para cenar. Al día siguiente. Giscard, acompañado de varios ministros, entre los que se encontrarán los tres grandes, Guichard, Lecanuet y Poniatowski, además de la señora Veil, ministro de la Salud y algunos más, será recibido a cenar en la embajada de España por los Reyes. A la cena sólo asistirán 68 personas en total, la mitad de las cuales se sentarán en torno a una gran mesa en el comedor de la embajada de España y el resto en otro salón contiguo, después, a una fiesta en la que actuará la cantante Teresa Berganza, han sido invitadas otras 90 personalidades.El Rey que, con doña Sofía, se alojará en el palacio de Marigny, destinado a los jefes de Estado extranjeros, recibirá la visita del secretario general de la OCDE, Van Lennep. Por su parte, el Monarca se entrevistará, separadamente, con los representantes y directivos de la prensa parisiense y con los periodistas españoles. Inaugurará la Casa de España, recibirá a la colonia española en la embajada y el último día, por la tarde, se desplazará a provincias para visitar diversas instalaciones industriales. Este mismo día, el 29, por la noche, se cree, regresará a España.

Ayer, algunos medios informativos ya anunciaron la visita. Por ahora, quien más se ha preocupado del viaje real ha sido la prensa izquierdista. El diario Rouge órgano de la Liga Comunista Revolucionaria, uno de cuyos líderes es Alain Krivine, expulsado recientemente de España, anunció la llegada del Rey, bajo un título ofensivo.

Este grupo y otras organizaciones de extrema izquierda decidieron un llamamiento para una manifestación el día de la llegada del Rey, pero la policía la ha prohibido. Ayer los organizadores trataban de obtener la autorización para el día 26, víspera del viaje. Los partidos de izquierdas y los sindicatos, por ahora, no han previsto ninguna iniciativa de este género.

Por otra parte, en estas vísperas de la visita real, en los medios políticos se manifiesta cierta confusión, ante las detenciones más o menos esporádicas de los últimos días. La prohibición del congreso del PSOE, prevista para primeros de noviembre, también se comentó con abundancia. Mitterrand, el primer secretario del PS francés, declaró sobre el particular: «El Gobierno español aporta su complacencia con los franquistas y demuestra, al mismo tiempo, los límites de la apertura democrática. »

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