La mitad de los norteamericanos no acudirá a las urnas

A sólo dos semanas de las elecciones presidenciales de noviembre, tres de cada diez norteamericanos no saben aún por qué candidato votarán, lo que significa que treinta y cuatro millones de electores indecisos pueden resultar claves para el resultado de la carrera hacia la Casa Blanca.Estos datos, facilitados por George Gallup, presidente del American Institute of Public Opinion, en una entrevista con el semanario US News and World Report, coinciden con otros procedentes de distintos institutos de sondeos de opinión. El porcentaje de votantes indecisos este año es muy superior al existente en las tres últimas elecciones presidenciales y se debe fundamentalmente a una "aparenta falta de entusiasmo por ambos candidatos", en opinión del señor Gallup.

Otro experto en temas de opinión pública, Richard Scammon, director del Elections Research Center, afirma que el alto porcentaje de votos «volátiles» que existen en esta campaña se debe al hecho de que los dos candidatos aparecen como políticamente moderados a los ojos de los electores, lo que dificulta el voto de los independientes y puede provocar el «voto cruzado» entre simpatizantes de los dos grandes partidos, que pueden inclinarse por el candidato contrario.

Pero el problema de los electores indecisos, con ser grave, no lo es tanto como el del abstencionismo. Los expertos coinciden también en augurar para este año uno de los porcentajes más bajos de participación electoral de la historia norteamericana.

En estos momentos se calcula que de los aproximadamente 110 millones de electores registrados, sólo acudirá a las urnas el próximo 2 de noviembre un 50 por 100. A lo que hay que añadir que casi 40 millones de ciudadanos no podrán votar por no haberse inscrito en el momento oportuno en los colegios electorales.

Dicho de otro modo: sólo unos 70 millones de estadounidenses serán los que elijan al próximo inquilino de la Casa Blanca, en un país de 215 millones de habitantes y de 150 millones de potenciales electorales.

La falta de un especial carisma en los dos candidatos presidenciales parece ser asimismo, uno de los principales motivos tanto del abstencionismo como de la indecisión. Según el señor Scammon, los tres factores que deciden al norteamericano medio a poner en su papeleta de voto un nombre en vez de otro son, por este orden, el partido político al que pertenece el candidato, la personalidad de éste y, en último lugar, sus promesas y opciones específicas.