Oscuridad total
No ha desaparecido la monotonía de las semanas anteriores y, en cambio, se ha acentuado el pesimismo, como lo demuestran las cesiones cada día mayores (0,50. el miércoles, 0,80, el viernes) del índice general madrileño.La batería de medidas económicas decretada por el Gobierno no sólo no tuvo repercusión positiva en la tónica del mercado, sino que ha subrayado la debilidad general que imperaba en el mismo.
Todos los grupos sin excepción retroceden y algunos (v. gr.: los bancarios) lo hacen fuertemente. El panorama es, si no utilizamos eufemismos, desolador. Ninguna orden de compra (incluso el Banco de España a está aflojando) y deterioro generalizado, del que prácticamente no se salva nadie. Da igual que se hagan ampliaciones de capital gratis (como el Popular), que se aplique el sistema de contratación por caja, etc. Se ha perdido el pulso y ningún estímulo, cuando los hay, es capaz de reanimar al paciente.
Si a ello añadimos que la realidad productiva y los balances de situación de las empresas tampoco son alentadores, no debe extrañar el mal comportamiento del mercado de valores.
Los Bancos sólo cotizaron en la primera sesión semanal, esta vez el miércoles: luego ante la avalancha de papel, optaron por no hacer cambio y ahí se han quedado.
En Eléctricas y Monopolios, más resistencia, gracias al apoyo institucional, que, sin embargo, se debilitaba un poco, quizás por ver la poca reacción que genera su sostenimiento.
Los valores industriales también muy mal, por las razones que decíamos, y a los títulos punteros ha tenido que llegar la mano bienhechora para que se notara menos en los índices parciales.
Tanda, pues, muy negra, sin que se filtre ningún rayo de esperanza. Acompañando al debilitamiento de los cambios, se ha producido también un menor volumen de contratación.
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