Mercante noruego, hundido en la bahía de La Coruña
El mercante noruego Rytterholm se hundió a las 9.30 de la mañana de ayer a la entrada de la bahía de La Coruña. El siniestro se produjo a consecuencia de un corrimiento de la carga que transportaba, hecho que vino determinado por el fuerte temporal que reinaba en aquel momento en el litoral coruñés. Fuentes oficiales han señalado a Europa Press que el abono químico, posiblemente sulfato amónico, que transportaba el barco podría contaminar de nuevo la maltratada costa coruñesa, apenas repuesta de la catástrofe que ocasionó el hundimiento del petrolero Urquiola
Han sido rescatados 34 de los 35 tripulantes. Solamente el cocinero del barco ha desaparecido en el mar al negarse a que le recogiesen en las barcas de salvamento que acudieron desde el puerto de La Coruña al lugar del naufragio. Para auxiliar al Rytterholm, que navegaba hacia Tailandia, salieron también cinco remolcadores con base en La Coruña y El Ferrol, pero nada pudieron hacer, ya que el barco se hundió en pocos minutos.La tripulación del mercante estaba integrada por 7 noruegos, 27 chinos y un malayo. Dos de ellos, por mostrar síntomas de agotamiento, han ingresado en el hospital de La Coruña; el resto se encuentra en la Casa del Mar de la capital coruñesa. Se ha podido saber que el capitán y los oficiales del mercante no querían abandonar el barco y que el capitán fue el último en lanzarse al mar y tuvo que ser ayudado con un bichero.
Pese a que los tripulantes se han negado a hacer declaraciones, se estima que el hundimiento sobrevino después de que se produjese en la noche del lunes, debido al temporal, un corrimiento de la carga que provocó que el barco escorase 20 grados a estribor. En ese momento, el Rytterholm solicitó permiso para entrar en el puerto coruñés y corregir la inclinación, pero las autoridades se lo negaron por estimar que las condiciones de visibilidad y estado de la mar hacían peligrosa la maniobra.
El mercante esperó el amanecer del martes para iniciar su aproximación al puerto, pero a la altura de la playa de San Amaro la escora se amplió y el barco se encontró en una situación insalvable. Acudieron entonces a aquel lugar varios remolcadores, sin que nada pudieran hacer.
El Rytterholm se encuentra hundido en una zona donde hay un fondo de 32 metros, fuera de los enfilamientos del puerto coruñés. No existe, apunta Cifra, peligro para la navegación y la entrada y salida de barcos se realiza con normalidad. No obstante, la Comandancia de Marina ha hecho público un aviso urgente, para evitar que los restos del mercante noruego puedan ofrecer peligro para los barcos, sobre todo los de pequeño porté, que podrían tropezar con maderos flotando.
Según ha declarado un portavoz de la delegación de Agricultura de Galicia a Europa Press, los fertilizantes que transportaba el mercante noruego son totalmente inofensivos. El portavoz añadió que dichos abonos se utilizan para cultivar la patata y están compuestos de nitrógeno, fósforo y potasio.
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