El presunto cadaver de Eufemiano Fuentes, sin identificación legal
El certificado de defunción de Eufemiano Fuentes no será extendido hasta tanto se encuentren pruebas suficientes que permitan asegurar sin ningún género de dudas que el cadáver extraído del pozo «La Dehesa» es el del industrial canario secuestrado hace más de cuatro meses.
Pese al exhaustivo análisis realizado en el Instituto Anatómico Forense, no se ha conseguido establecer categóricamente la identidad de la persona.De todos modos, y con independencia de este requisito legal, la identificación de los jirones de ropa como pertenecientes al pijama que llevaba Eufemiano Fuentes la noche del secuestro, confirmada sin ninguna duda por la esposa de la víctima y una de las criadas de la casa, establecen con un alto porcentaje de posibilidades -un 99 por 100, aseguran en fuentes policiales- que, en efecto, son los restos del señor Fuentes.
A mayor abundamiento, la policía tenía ya la confesión de la familia de Angel Cabrera afirmando que «el Rubio» dio muerte a su víctima y arrojó el cadáver a un pozo cercano al domicilio de esta familia. El padre del presunto secuestrador declaró que el pozo -según le había contado su hijo- estaba rodeado de plataneras, junto a un árbol y frente a Tamaraceite. En los dos primeros puntos el pozo de «La Dehesa» coincide con la descripción.
La única remota posibilidad en contra estaría basada en que la ropa de Eufemiano Fuentes fuera puesta en otro cadáver y arrojada al pozo.
El cuerpo analizado por el forense presenta dos puñaladas: una por la parte delantera y otra por la espalda, lo cual induce a pensar que fue asesinado antes de ser lanzado al pozo. Una hipótesis parece preponderar en cuanto a la ausencia de la cabeza. El primer descenso de la «guindola», realizado sin hombres en su interior, pudo haberla cercenado del resto del cuerpo, lo cual es presumible que ocurriera sin grandes dificultades teniendo en cuenta el estado de descomposición del cuerpo. Apoyan esta hipótesis los comentarios de algunos poceros, que decían haber apreciado en la misma mañana del rescate y en días anteriores lo que parecía ser la cabeza del cadáver.
Basándose probablemente en el informe del forense, el juez que instruye las diligencias no certificará de momento la defunción de Eufemiano Fuentes, por estimar que las pruebas son todavía insuficientes. En consecuencia, hoy proseguirán las investigaciones en el pozo de «La Dehesa», al objeto de hallar el resto de las extremidades o la cabeza. Es previsible que esta última sea también irreconocible, pero hay un dato que será de gran interés para establecer en este caso la identidad del cadáver. Eufemiano Fuentes tenía dentadura postiza, y la noche del secuestro la dejó olvidada en la mesilla de noche de la habitación en que dormía. La aparición del cráneo permitirá probar si la dentadura encaja con la mandíbula. Ello constituiría casi la prueba definitiva de que, efectivamente, el cuerpo pertenece a Eufemiano Fuentes. Otro detalle que también se considera dentro de las investigaciones recordado ayer tarde por Diario de Las Palmas y despejar toda clase de dudas en torno a la identidad del cadáver es el anillo con un diamante que portaba habitualmente
Es de suponer que el secuestrador se apoderase del mismo; de lo contrario, cabe esperar que se encuentre en el interior del pozo. Con la finalidad de completar las investigaciones y despejar toda clase de dudas en torno a la identidad del cadáver hoy comenzarán a extraer el agua del pozo, para lo, que a última hora de la tarde de ayer se trasladaron al lugar las tuberías necesarias. Ello permitirá sacar la cabeza y las extremidades del mutilado cadáver. Entretanto aparecen las pruebas necesarias y definitivas para la identificación de la víctima, el cuerpo rescatado de las aguas del pozo permanece en el frigorífico del Instituto Anatómico Forense.
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