El «cepo» podrá ser utilizado por el Ayuntamiento de Madrid

El Ayuntamiento de Madrid podrá poner en servicio cepos que inmovilicen los coches que estén mal aparcados en la vía pública. Esto es lo que se desprende de uno de los acuerdos adoptados por el Consejo de Ministros que se celebró anteayer, en forma de decreto, aún no publicado en el Boletín Oficial del Estado.El decreto en cuestión tiene dos partes diferenciadas entre sí, que en un principio habían sido pensadas como dos disposiciones paralelas aunque distintas. Una de sus partes faculta a los municipios que así lo crean oportuno a que adopten, «medidas más duras encaminadas a conseguir eliminar los malos aparcamientos en la vía pública». La otra medida incluida en el decreto supone la simplificación de los trámites burocráticos encaminados a la obtención del carné de conducir, tales como la no existencia del certificado de antecedentes penales.

La modificación de los correspondientes artículos del Código de la Circulación que permitan la adopción de esas medidas más duras fue solicitada en su día por la Delegación de Circulación y Transportes del Ayuntamiento madrileño, a fin de poder poner en práctica un sistema, imperante ya en otras ciudades europeas, que consigue la inmovilización de los vehículos que estén mal aparcados. Este sistema, utilizado ya en París, por ejemplo, ajusta unas cadenas a las ruedas de tracción del vehículo, que se sujetan firmemente a la calzada, de forma tal que el mismo no puede moverse del sitio hasta que es retirado por la grúa o se satisface la multa correspondiente a la infracción cometida.

«Muchas veces, dice el delegado de Circulación del Ayuntamiento, en el lugar dejado por un coche que acaba de ser retirado por la grúa aparca otro, cuyo propietario piensa que le va a dar tiempo de quitarlo antes de que la grúa pueda volver. Con este sistema no va a tener más remedio que esperar su regreso».

El decreto del Ministerio de Gobernación no hace, sin embargo, mención expresa de Madrid como ciudad en la que se hayan de aplicar esas duras medidas.