Clave de la política española respeto de los derechos humanos y las libertades

El Gobierno de la Monarquía, prometió ayer una mayor participación en la escena internacional, y dejar oír nuestra voz con más intensidad en todos aquellos graves problemas que preocupan a la comunidad de naciones, según anunció el ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, en su intervención ante la XXXI Asamblea General de las Naciones Unidas, que dio comienzo el lunes.La intervención de Marcelino Oreja estuvo señalada por repetIdas alusiones a los derechos humanos. «Gravemente erraríamos -dijo- en nuestras acciones si en la búsqueda de la seguridad, no acompañáramos el necesario mantenimiento de la paz con la puesta en práctica efectiva y el respeto éficaz de todos los derechos humanos, único fundamento auténtico de una verdadera paz, y con una decidida cooperación de rango universal, que reduzca injusticias y acorte distancias entre las comunidades o los individuos.»

España firma hoy los pactos sobre los derechos civiles y políticos y sobre los derechos económicos y sociales de 1966. «Con este acto -anunció ayer el ministro- el Gobierno español quiere expresar su firme voluntad de hacer del respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, pieza clave de su política interna y exterior.»La intervención del ministro tuvo lugar exactamente un año. después de las ejecuciones de cinco personas, en 1975, que señalaron uno de los momentos de más. amargo aislamiento internacional de la España de Franco. En aquellas fechas la sede. de las Naciones Unidas fue escenario de violentas escenas de protesta por parte del presidente mexicano, y de ciertas iniciativas tendentes a humanizar la inflexible resolución.

El domingo por la tarde, el ministro expuso ante los periodistas una formulación de su política exterior, diciendo que «la posición de España ante los grandes temas internacionales se reduce fundamentalmente al análisis de la seguridad que se concreta en el mantenimiento de la paz, los derechos humanos y la cooperación internacional».

Proceso de transformación

El señor Oreja indicó que «es esta la primera vez que un ministro de Asuntos Exteriores de la Monarquía de España se dirige a la Asamblea General de las Naciones Unidas. Mi país atraviesa ahora un proceso de transformación de sus estructuras interiores, que le conduce, porque esa es la voluntad del pueblo español, del Gobierno de la Corona, a la implantación de un sistema democrático basado en el reconocimiento del principio de la soberanía popular», añadiendo que «la España que pueblo y gobernantes deseamos ha de tener un nuevo perfil y cumplir una función más plena en el concierto de las naciones» *

El ministro reafirmó la posición, europeista de España. «Europeos y occidentales -dijo-, por vocación y geografía, formamos parte de la familia cultural y politica de la que proviene nuestra filosofía y con la cual queda empareA.tado nuestro sistema de creencias y valores. »

En cuanto a los grandes problemas internacionales, el ministro expresó una limitada esperanza en la distensión: aunque la confrontación ideológica. subsiste se han abierto algunas vías de posible en rendimiento y cooperación. El ministro abogó por la solución del conflicto de Oriente Medio de acuerdo con las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad, y mediante la retirada de Israel de los territorios árabes ocupados, el reconocimiento y garantía internacionales de las fronteras de todos los. países de la zona y de los derechos nacionales del pueblo palestino. En cuanto a la Conferencia Europea de Seguridad y Cooperación, dijo que en ella se encuentran las primicias de una negociación que sustituya a la confrontación y a una concepción unitaria de la seguridad.

El ministro dio por finalizado, para España, el asunto del Sahara, manifestando que este año, por última vez, se había transmitido al secretario general la información sobre el territorio prevista en la Carta de la ONU.

En cuanto al problema de Gibraltar, el ministro manifestó que a las generosas fórmulas, de solución brindadas por España se unía ahora la posibilidad de replantearlas en función de las actuales circunstancias.

Misión a la Asamblea

En cuanto a las posibles relaciones con México, el ministro dijo en su conferencia de prensa del domingo que esperamos que muy pronto pueda procederse a una normalización de relaciones.

En cuanto al tratado con los Estados Unidos y a la vinculación que éste provee con la OTAN, dijo que todo lo que afecta a la Alianza Atlántica interesa a España. .

El ministro ha introducido una novedad en la composición de la misión ante la Asamblea General. Participan en ella profesores y procuradores en Cortes como expresión de un deseo de integrar estos componentes en la formación de la política exterior. Forman parte de la misión los señores Josep Meliá, Rubens Henriquez, Ricardo de la Cierva, González Campos, Rodríguez Salcedo, Medina Ortega, Antonio Truyol, Alouso Olea, Arévalo, Fuentes Quintana y Guerrero Burgos.

También se ha sabido, aunque el ministro lo ocultase el domingo incomprensiblemente en su reunión con los periodistas, que en esa misión están incluidos los nombres de Jesús Fueyo, Belén Landáburu y Pedrosa Latas.

El ministro intervendrá esta tarde ante el Councilon Foreign Relations, la prestigiosa institución para el análisis de las. relaciones internacionales, con base en Nueva York, su exposición será breve y ceñida los planes del Gobierno. Será seguida por un coloquio. En cierto modo, se trata del comienzo de un juicio contradictorio, porque antes, en este mismo foro, intervendrá el próximo jueves el señor Calvo Serer, monárquico, miembro de Coordinación Democrática, acompañado por los ponentes Vidal Beneyto, socialista independiente, y Tamames, miembro del Comité Central del Partido Comunista, «piadosamonte» autorizado a entrar en los Estados Unidos como profesor marxista independiente.

Estas tres personas tratarán de mostrar ante el Council la urgencia de que los Estados Unidos inicien un período de contactos políticos y diplomáticos con la oposición, lamentando el hecho de que el espectro de los contactos norteamericanos en España esté limitado a la derecha liberal y los reformistas, como máxima apertura a la izquierda.