ETA anuncia su división para formar un partido político y mantener la lucha armada
ETA mantendrá en el futuro la lucha armada, como método de actuación política, al tiempo que algunos de sus militantes abandonan la organización para dedicarse, de forma exclusiva, a la promoción de un partido abertzale de izquierda. De este modo cabría resumir, en pocas líneas, el espíritu de los acuerdos adoptados por la rama político-militar de ETA, en el transcurso de la VII asamblea celebrada hace un par de semanas.
En el seno de la organización político-militar se venía gestando, desde hace ya bastantes meses, la idea de separar la lucha puramente política, de la actividad armada, entre otras cosas para conseguir la adhesión de quienes podían coincidir con sus puntos de vista políticos, pero no con el empleo de la violencia. Este propósito, cuyo principal promotor era el desaparecido Pertur, se ha materializado ahora, según nos informaron ayer varios portavoces de ETA en algún punto de la región vascofrancesa.Una veintena de medios informativos españoles, franceses, alemanes e ingleses estuvieron representados en la rueda de prensa, que se desarrolló en medio de unas medidas de seguridad que recordaban las épocas de clandestinidad más rigurosa. El punto de cita fue cambiado, unas horas antes, así como el periódico que cada informador debía llevar bajo el brazo a título de contraseña.
Desde allí seríamos conducidos en vanos coches hasta el lugar de la reunión: una sala rectangular, con las paredes encaladas. Nada más subir al vehículo, se nos ordenó colocarnos unas gafas de sol, total mente ennegrecidas por su parte interior, de modo que nos impedían la visión a lo largo de un viaje, más parecido a un slalon automovilístico, que duraría no menos de un cuarto de hora.
Una vez dentro de la habitación y tras una rigurosa identificación pudimos, finalmente, aliviar los nervios, con ayuda de un modesto tentempié, a base de vino navarro, embutidos y pan de molde. Una mujer y dos hombres encapuchados actuaron como portavoces de ETA, mientras que otra joven, también encapuchada, vigilaba la puerta. Como marco de la conversación una pequeña mesa, cubierta por una ikurriña desteñida y una enorme pancarta con la firma de ETA en la que podían leerse, en euskera, las frases Viva Euzkadi independiente y socialista y El pueblo armado jamás será vencido.
Antes de pasar al turno de preguntas se dio lectura a los acuerdos de la VII asamblea de ETA -entiéndase que nos referimos en todo momento a la rama político-militar de ETA-V-, que podrían resumirse de la siguiente forma:
ETA se define como una organización independentista que propugna la instauración de un Estado vasco reunificado; defiende la conquista del poder por las clases populares; trata de potenciar, dentro de la democracia burguesa, los organismos autónomos de las clases populares vascas y asume, dentro de sus filas, los principios de un centralismo democrático, que viene a significar la sumisión estricta a las decisiones de la mayoría.
Desdoblar la lucha
En base a estos principios y debido a las nuevas condiciones sociales que ETA cree que existen en la sociedad vasca, ha juzgado necesario desdoblar la lucha política de la acción armada. Mientras que una parte de sus militantes abandona la organización para potenciar ese nuevo grupo político, la antigua estructura de ETA se mantiene con la lucha armada como único campo de intervención que ellos consideran irrenunciable.
«De,todos modos -precisan sus portavoces-, es indudable qué la situación ha cambiado. El carácter ofensivo que tuvo la acción armada durante la dictadura se transforma dentro de una democracia burguesa, o en una etapa de transición como la que vivimos, para convertirse en una especie de fuerza disuasoria o defensiva, que garantice, por una parte, los logros de las clases populares.»
En ese orden de cosas insisten en que la acción y la militancia de ETA quedan separadas totalmente de ese nuevo partido en gestación, aunque añaden que procurarán que los análisis políticos de ambos grupos sean coincidentes, para que la lucha armada esté en función de los logros políticos. Todo ello, sin que haya ninguna relación orgánica entre ambas organizaciones.
Según se nos informó ayer, este nuevo partido abertzale habría constituido ya unas mesas provisionales en Alava y Vizcaya y estaría en trance de nombrar una mesa nacional provisional, que en el transcurso de los próximos meses se encargaría de convocar la primera asamblea. Esta asamblea habrá de decidir, entre otras cosas, el nombre de la organización y su encuadramiento en el conjunto de las fuerzas abertzales de izquierda, agrupadas hoy en una coordina dora, bajo el nombre de KAS.
«El programa elaborado en la asamblea -añaden- es, por decirlo de alguna manera, la meta final, pero somos conscientes de qué antes habrá que luchar dentro del consejo nacional vasco que se pretende crear y que, como organismo autónomo podría encuadrarse en las alternativa de ruptura existentes a nivel del Estado español.
Tras informar de que en esta séptima asamblea se ha tratado también con insistencia acerca del proceso de reunificación de las dos estructuras armadas de ETA -los milis tuvieron voz en todos los debates-, nuestros interlocutores facilitaron, por último, una nota en relación con el caso Pertur.
Reconocen que todavía no han conseguido reunir todas las piezas del rompecabezas, pero creen estar en disposición de relacionar su secuestro con la presencia de tres personas -que ellos identifican con toda clase de circunstancias personales- que el día 23 de julio, a las diez de la mañana, se encontraban en un Seat 850 blanco, aparcado frente a la localidad francesa de Biriatou, en la carretera española que conduce de Irún a Vera de Bidasoa. «No descartamos -añaden- que haya existido una colaboración por parte de algunos cuerpos especiales de la policía francesa
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