Santiago Carrillo,
secretario general del Partido Comunista de España, no ha dicho, como afirma Cambio 16 en su último número, que se podría legalizar al PCE autorizándolo «bajo otro nombre». Según un responsable de la redacción de este semanario en París, las palabras de Carrillo habrían sido: «Eso sería una puerilidad porque, aunque nos cambien el nombre, seguiremos haciendo la misma política.» Por otra parte, en un folleto recientemente publicado por el PCE, el señor Carrillo rechaza rotundamente la posibilidad de cambiar el nombre del partido para facilitar su eventual legalización, «porque es el nombre que Marx y Engels dieron al movimiento obrero socialista», «el que reivindicó Lenin frente a la claudicación de la II Internacional ante el imperialismo, en la primera guerra mundial», y porque «con este nombre hemos combatido cuarenta años en la clandestinidad».
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