Atentados en Dublín en víspera de la discusión parlamentaria sobre el terrorismo

Cinco bombas explotaron en bares y locales cinematográficos del centro de Dublín en la madrugada de ayer, un día antes de que el Parlamento irlandés se reúna para discutir la ley antiterrorista propuesta por el Gobierno para combatir al IRA provisional.No hubo víctimas. Los locales habían cerrado cuando se produjeron las explosiones. Los últimos atentados de esta clase se cometieron en la capital irlandesa a principios de año. Después, a un nivel más espectacular, tuvo efecto el atentado en el que murió el embajador británico en Dublín Ewart-Biggs. Fue a partir de entonces cuando el Gobierno irlandés estudió la introdución de la ley antiterrorista que hoy comienza a debatirse.

Hace cuatro años, en la víspera de otra discusión parlamentaria sobre medidas antiterroristas, hubo similares explosiones en el centro de Dublín. En esa ocasión la posición política que se enfrentaba a la legislación desapáreció casi por completo como consecuencia del efecto que aquellos atentados tuvieron sobre el ánimo de los irlandeses.

Precisamente ayer, pocas horas después de que tuvieran efecto las explosiones, el Fiana Fail, el partido de la oposición irlandesa, se reunió para decidir su postura con respecto a las medidas que el Gobierno quiere formalizar. En principio, los políticos que no están en la actual administración han considerado que la declaración de estado de emergencia no se correspondería con la verdadera situación que vive el páis. No, se sabe si después de lo que ocurrió en la madrugada de ayer tales criterios habrán cambiado.

Los atentados parecen ser también una respuesta a la primera marcha de paz que se ha organizado en Dublín desde que tomaron cuerpo las que semanalmente se llevan a cabo en el norte de Irlanda. Como ya se ha informado, miles de dublineses llenaron las calles de su ciudad el pasado sábado para unirse al movimiento de las mujeres del Ulster, unidas bajo una bandera común, People Peace (gente de paz),que agrupa a católicos y protestantes contra la violencia de unos y otros.

Las manifestaciones protagonizadas por los irlandeses del Eire y del Ulster, fueron seguidas por atentados de parecido carácter. Los más graves se produjeron en el Ulster pero los que han tenido efecto en Dublín tienen una significación política mucho más compleja porque pueden determinar la actitud que hoy adopte el Parlamento de Dublín con respecto al terrorismo.

Tregua peculiar

En cuanto al Ulster, ha habido una peculiar petición de tregua. La ha hecho un sacerdote católico que frecuentemente apoya las actividades del IRA. Según él, si durante una semana los provisionales deponen sus armas, el interés se concentraría en el informe que la Comisión Europea de los Derechos Humanos ha preparado sobre las torturas aplicadas por las fuerzas de seguridad británicas contra detenidos pertenecientes a la comunidad católica. Las torturas se llevaron a efecto, de acuerdo con lo que la Comisión ha comprobado, en 1971. El informe se publicará el jueves en Londres, Dublín y Estrasburgo.La policía de Dublín investigaba ayer sobre la identidad de los terroristas que cometieron los atentados de la madrugada del lunes. Hasta ayer tarde no se sabía qué organización había sido responsable. En el supuesto de que haya sido el IRA, resultaría evidente que los provisionales no sólo no aceptan la idea de la tregua sino que están dispuestos a desafiar la legislación antiterrorista de la República de Irlanda.

Cuando el Gobierno dio a conocer las medidas que quería introducir, el Sinn Fein provisional (rama política del IRA militante) declaró que los políticos irlandeses debían tener en cuenta que la legislación antiterrorista británica no había conseguido evitar que siguiera «la resistencia popular» en el Ulster. Al revés, siempre según el Sinn Fein, esa resistencia había aumentado.

Quizá para demostrar que la resistencia puede intensificarse en el Eire, el IRA ha organizado ahora esta ola de explosiones, se piensa en Londres. Anoche la policía irlandesa temía que en cualquier momento explotaran otros artefactos de relojería dispersos por Dublín.