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Las conexiones de la Lockheed en España no aparecen

La dimisión de todos sus cargos civiles y militares del príncipe Bernardo, consorte de la reina Juliana de Holanda y el peligro de una crisis constitucional de graves consecuencias en este país, ha reavivado en otros países europeos, salpicados en mayor o menor medida por el escándalo de los sobornos de la Lockheed, la polémica en torno a las presuntas implicaciones de destacados políticos y autoridades gubernamentales.La reacción más inmediata la ha proporcionado el Gobierno de Bonn: un día después de conocerse la declaración del Gobierno holandés de que el príncipe Bernardo estaba complicado en el asunto Lockheed, el Gobierno federal alemán ha solicitado el «esclarecimiento total» de una posible implicación alemana en el escándalo internacional y ha acordado que el subsecretario de Justicia, Erkel, se desplace a Washington para ultimar el acuerdo entre Bonn y las autoridades norteamericanas sobre la entrega de material de cargo contra ciudadanos alemanes relacionados de algún modo con la empresa norteamericana.

Ya en el mes de marzo -un mes después de que estallara el escándalo- el subcomité de Relaciones Exteriores del Senado norteamericano abrió una investigación sobre las supuestas implicaciones alemanas en el caso, investigación que, en principio, no ofreció resultados positivos. Ahora el Gobierno alemán está dispuesto -influenciado, quizá por el eco del caso Bernardo- a llegar hasta el final en su investigación e iniciar los procedimientos judiciales si hubiera lugar contra los posibles sospechosos.

En España -otro de los países implicados en el escándalo- no ha habido aún reacción oficial alguna y la investigación para esclarecer qué personas fueron sobornadas por la compañía norteamericana que empleó 1.350.000 dólares (más de 100 millones de pesetas) en comisiones ilegales, con el fin de obtener la concesión de contratos de venta en nuestro país de su avión de transporte militar C-130, se encuentra estancada desde hace meses.

El aparente desinterés del Gobierno español por esclarecer los hechos ha sido evidente en estos siete meses desde que se descubrió el affaire. Cuando otros gobiernos presuntamente implicados se apresuraron a solicitar información al Gobierno de Washington y abrir las correspondientes investigaciones, en España se corría un velo de silencio en torno al terna" pese a la solicitud de 13 procuradores en Cortes de que se iniciara una extensa investigación a nivel parlamentario.

Ahora se anuncia que podrían ser facilitados nuevos documentos a las autoridades españolas y, mientras tanto, el primer informe entregado por las autoridades estadounidenses al señor Rodríguez Acosta hace mes y medio espera en algún despacho que termine de ser traducido.

En Italia se han producido también prácticas dilatorias y según se revela ahora, determinadas maniobras de democristianos y socialdemócratas impidieron que el pasado 16 de junio fuesen detenidos ex ministros italianos sobre los que existen «pruebas de corrupción» en el caso de la Lockheed. Una comisión parlamentaria italiana investigó el asunto desde abril hasta el pasado 16 de julio, fecha en que el Parlamento decidió aplazar la investigación hasta después de las elecciones.

Información en págs. 3 y 8

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