Centro de tiempo libre para Carabanchel
La Comisión Municipal de Gobierno celebrada ayer aprobó, entre otros asuntos, la adjudicación de obras para un parque de bomberos en San Blas y la creación de un centro de tiempo libre en Carabanchel, dentro del capítulo dedicado a obras y servicios que ascienden a un total de 98 millones de pesetas. El presupuesto aproximado de las obras de construcción de un parque de bomberos en San Blas asciende a 16 millones de pesetas. También fue aprobado un proyecto de instalación de alumbrado público en la calle de Angel Luis de la Herrán por valor de 354.000 pesetas y la adjudicación a Construcciones y Contratas de la subasta para las obras de urbanización e instalación de servicios en la ampliación del cementerio de Fuencarral, entre otras obras.«La proyectada creación de un centro municipal de tiempo libre en Carabanchel es tema desconocido totalmente por los vecinos en las entidades ciudadanas del barrio». Comunicaron a EL PAIS miembros del aula de cultura de Carabanchel Alto y de diversas asociaciones de la zona. Afirman no saber nada con respecto a tal proyecto, salvo lo leído en la prensa, «no tenemos idea en qué puede consistir este centro de tiempo libre, ni dónde se ubicará, ni de las actividades o trabajos que se realizarán en él. No se ha pedido participación alguna».
Mientras la comisión municipal del Gobierno decide la aprobación de 20 millones de pesetas para la construcción de un centro de tiempo libre en la barriada de Carabanchel, la continuación de las obras de la Casa de la Cultura, Carabanchel Alto, se hallan estacionadas. Desde hace ya tiempo, las entidades ciudadanas y los vecinos de Carabanchel realizan gestiones para que la proyectada Casa de la Cultura, que se comenzó a construir hace más de seis años, se vea terminada y entre en funcionamiento. Un edificio de cuatro plantas, abandonado en su construcción y que presenta aspecto ruinoso, se alza al final de la calle Eugenia de Montijo, junto a la plaza de Carabanchel Alto. La Casa de la Cultura, que se comenzó a levantar, pero al quebrar la empresa constructora quedaron paralizadas todas las obras. «El interior constituye una amenaza en cuanto chiquillos atrevidos penetran a curiosear y a jugar. Hay también quien por las prisas o por no saber a donde ir hace allí sus necesidades», dicen los vecinos.
El delegado de cultura del Ayuntamiento prometió meses atrás visitar el edificio, pero no lo hizo. En la actualidad, el asunto se halla en manos de la sección de archivos y bibliotecas del Ministerio de Información, el cual argumentó el pasado mes de mayo que el problema ya estaba resuelto. Ante esta perspectiva, y como las obras siguen sin restablecerse, los vecinos pretenden tomar ellos mismos las iniciativas si los organismos responsables no se hacen cargo de la situación en un plazo breve.
«La Casa de la Cultura representa para un barrio tan prolífero como Carabanchel un lugar de expansión y de reunión tanto para jóvenes y niños como para personas maduras y de edad avanzada. La construcción de tal centro supondría además una base para resaltar la creatividad de los individuos».
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.