Crisis de altura en la Fiat

La dimisión del administrador delegado de la empresa Fiat, Carlo de Benedetti a los cuatro meses de sustituir en el puesto a Umberto Agnelli, por las profundas divergencias con la familia Agnelli, ha causado un cierto revuelo en medios empresariales y financieros italianos.A sus cuarenta y un años, De Benedetti había alcanzado la cumbre de la primera empresa automovilística italiana después de haber vendido a ésta su empresa Gilardini, por la que había recibido un 5 por 100 del paquete de acciones de la Fiat.

Empresario que goza en la Italia industrial de cierta popularidad sustituyó a Umberto Agnelli, cuando este decidió lanzarse a la política con lo que se convirtió en el «número dos» inmediatamente después de Gianni Agnelli.

Al parecer, la gestión del nuevo administrador no encontró el total beneplácito de la familia Agnelli, por cuanto De Benedetti creía que sus esfuerzos debían centrarse en el sector automovilístico y del motor, mientras el clan de los Agnelli viene inclinándose hacia una diversificación de las actividades, para lo cual han creado las bases de un gran «holding» de dimensiones extra italianas.

Hasta el momento, no han existido públicas para razonar el inesperado cambio en la dirección del grupo, aunque escuetos comunicados hablan de «contrastes de pareceres» sobre las directrices generales de la empresa. Por su parte, círculos empresariales de Turín apuntan hacia una posición irreconciliable entre De Benedetti y Gianni Agnelli, que después de dos años en la presidencia de la Confindustria ha vuelto a tomar las riendas de la Fiat.

El resultado parece ser la victoria de la línea Agnelli, familia que controla un 25 por 100 del paquete de acciones. Sin embargo, otra versión ofrece la posibilidad de que Carlo de Bennedetti hubiese intentado adquirir un mayor número de acciones (5 por 100 inicialmente) con lo que se habría colocado en una posición peligrosa para la familia Agnelli, cuya primacía por ahora nadie discute.

En cualquier caso, este terremoto financiero en la cumbre de uno de los más poderosos; grupos industriales europeos es motivo de preocupación en los círculos económicos italianos. Por el momento, los sindicatos han pedido una reunión de alto nivel con los directivos de la Fiat -hermanos Agnelli- y Cesare Romiti, nuevo administrador delegado.