Un trofeo lucrativo con el Barcelona como eterno favorito

Esta noche se inicia el XI Trofeo Juan Gamper, con una participación masiva extranjera, y en especial del Este europeo. Un equipo checo, el Sparta de Praga, que se enfrentará al Barcelona en la primera jornada. Un conjunto soviético, el TSKA de Moscú, que ha venido a cubrir la baja del Dínamo de Kiev, y por último los alemanes del Eintrach de Francfort.Con las bajas del Dinamo y del campeón de la Recopa, el Anderlecht, el Gamper de este año ha quedado algo deslucido en cuanto a participación, pero ello no será obstáculo para que el torneo (como en cada edición) suponga un éxito económico importante. La primera «vedette» sigue siendo el equipo local, el Barcelona, y la expectación es grande por ver en acción al «once» de Rinus Michels.

Presentación de Ramos

El Barcelona ha realizado un fichaje de última hora, precisamente este pasado fin de semana. Se trata del defensa del Valladolid, Amarillo, lateral izquierdo de origen uruguayo, aunque nacionalizado español. Lleva tres años aquí y confiesa estar plenamente adaptado a nuestro fútbol. Está casado y tiene veintitrés años. El entrenador azulgrana, Rinuls Michels, estuvo viéndole en el trofeo Ciudad de Valladolid, donde Amarillo cuajó una excelente actuación y fue declarado «mejor jugador del trofeo». Veinticuatro horas después, el técnico holandés daba el visto bueno para su fichaje, que se ha concretado en 12 millones de pesetas. Amarillo jugará si Michels lo estima oportuno, porque ya se encuentra en Barcelona. Si no jugase, la única novedad del equipo azulgrana será otro lateral, Ramos, fichado del Español por 30 millones de pesetas, tal vez la cantidad más alta que se ha pagado por un defensa lateral en España, superior incluso a la que pagó el Real Madrid por Sol.A Michels le están contratando los jugadores que pidió en tercer y cuarto lugar, pero es que el fútbol español se ha desorbitado en cuanto a precios. Lo de Quini sigue en punto muerto, con una oferta del club azulgrana de 45 millones, que los directivos no quieren aumentar hasta 50, por una cuestión de principio. Por 50 millones, Quini estaría ya en el Barcelona, pero Montal y su equipo piensan que 45 ya es una cifra exorbitante y no están dispuestos a subir un céntimo más, aun a costa de quedarse sin el jugador.

Respecto al Gamper, este torneo supone cada año (y ya van 11 ediciones consecutivas) una saneada fuente de ingresos. Siempre se ha cerrado con superávit, desde el primer año, y los beneficios de los últimos torneos son verdaderamente importantes. Para el Barcelona, su torneo veraniego es un negocio saneado.

En el Gamper, el Barcelona sale siempre como favorito indiscutible, y no porque los otros equipos carezcan de calidad o potencia, sino porque estadísticamente su línea de triunfos es abrumadora. De 10 torneos disputados, el Barcelona se ha adjudicado nada menos que ocho.

Un dato curioso del Gamper es que a lo largo de su historia sólo han participado en él tres equipos españoles: Zaragoza, Atlético de Madrid y Athletic de Bilbao. Nunca lo ha hecho su eterno rival regional, el Español (aunque le encantaría, según palabras del presidente Meler, pero esa invitación a participar no ha llegado nunca y dudamos que llegue en el futuro). Tampoco ha estado presente el Real Madrid, pese a la indudable comercialidad del equipo blanco. Pero aquí influyen también otros factores, incluso los económicos. El Gamper, que es un negocio seguro, no necesita el aliciente extra de un Real Madrid, cuya tarifa por torneo veraniego (12 millones) es considerada excesiva.

No hay mucho nuevo que probar. Sólo Ramos. El esquema del conjunto es similar al de temporadas anteriores, y en la delantera faltarán Sotil y Heredia, que siguen marginados por Michels. Seguramente el ariete será Clares, y una vez resuelto este polémico puesto, los demás no sufrirán cambios importantes. Michels no es amigo de revoluciones ni de ensayos sorprendentes.

El torneo va a servir de banco de pruebas sólo para el conjunto, cuyo funcionamiento, como tal, es una incógnita a poco más de una semana del comienzo de la Liga. Y también va a suponer un desafío para Johan Cruyff, que tiene ahora más responsabilidades que nunca. Cruyff se presenta a una temporada difícil, la más comprometida de las cuatro que lleva en el club catalán. Un fracaso suyo o del equipo le abriría automáticamente la puerta de salida, y no precisamente la principal, sino la de emergencia...