Los cristinos del Líbano piden un Estado federal

Dirigentes de la comunidad cristiana libanesa solicitaron, tras la caída del campo palestino de Tal Al Zaatar, de Beirut, que sea constituido un Estado federal cristiano-musulmán en el Líbano.Con esta petición los cristianos confirman las sospechas iniciales de que con sus ataques contra los bolsones humanos enclavados en sector derechista, ya sea de Beirut o del interior del país, pretendían homogeneizar sus zonas con vista a la división del Líbano en dos cantones.

Dentro de la Montaña libanesa santuario de los cristianos, se procedió a un importante desplazamiento de poblaciones musulmanas, obligadas a emigrar a los sectores donde sus correligionarios eran mayoría.

En Beirut, donde la pugna, a veces por calles, ha sido realmente cruenta, los cristianos ocuparon paulatinamente el campo de refugiados kurdos, sirios, y palestinos llamado «La Cuarentena», que una vez tomado fue arrasado con bulldozers. Posteriormente tomaron el campo de refugiados palestinos de Dbaye, también situado en la periferia del sector cristiano de Beirut.

Curiosamente, este último campo estaba habitado en su mayoría por palestinos cristianos. Siguió el turno de Nabaa, muy próximo a las líneas de comunicación del sector cristiano de Beirut con su hinterland de la Montaña, y finalmente Tal Al Zaatar, último reducto palestino-musulmán que quedaba en zona cristiana.

Los palestinos habían insistido, junto con las fuerzas progresistas libanesas, en la defensa hasta sus últimas consecuencias de Tal Al Zaatar, precisamente para impedir que se crease una situación favorable para el reparto del Líbano. La división estaba de hecho consolidada desde inicios de este año y los cristianos habían empezado ya a crear instituciones de verdadero autogobierno en sus zonas, con capital administrativa en el puerto de Junie, al norte de Beirut.

En Colombo, donde se encuentra participando en los debates de los no alineados, el presidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasser Arafat, solicitó la convocatoria urgente de una «cumbre» árabe para poner fin «a la grave conspiración que se trama contra los árabes en Líbano,», y acusó a los dirigentes cristianos de haber perpetrado en Tal Al Zaatar una «matanza brutal».

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