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Manifiesto sobre la situación agraria del norte de España

Los presicientes de las Cámaras Agrarias del Norte de España (La Coruña, Lugo, Orense, Pontevedra, León, Asturias, Santander, Alava, Navarra, Guipúzcoa y Vizcaya) se reunieron ayer en Santiago para elaborar una alternativa sobre la situación actual del sector agrario. Dicha alternativa aparece recogida en un documento que fue llamado Manifiesto de Santiago por los propios interesados. Se ha decidido también la puesta en marcha de una Federación de las Cámaras Agrarias del norte de España «para la mejor defensa de los intereses agrarios de la zona».Se dice en la declaración que «ante la discriminación y olvido que por parte de la Administración del Estado viene padeciendo el sector, las Cámaras exigen una política agropecuaria y forestal específica para toda la cornisa del Cantábrico que contemple y concuerde las características peculiares ganadreas de la misma y la especial idiosincrasia de sus hombres».

«La ganadería de vacuno del norte ha sido discriminada -apuntan las citadas Cámaras- y lo ha sido una vez más en las medidas de ayuda como consecuencia de la sequía, lo que es totalmente injusto e inadmisible». Los representantes aludieron al empobrecimiento de la tesorería nacional, «debido en gran partea la evasión de capitales y al gasto innecesario de divisas en importaciones suntuarias, unas veces, y de productos agropecuarios y forestales en otras». Para mostrar su deseo decidido de que se elimine radicalmente las importaciones de productos lácteos, se suspenda definitivamente las de carne y se reglamente las importaciones de madera y sus derivados.

En opinión de las Cámaras sólo deberían de entrar en España las maderas de alta calidad que no se produzcan en el país.

Después de considerar necesaria una acción del Estado «para salvar de la ruina a la familia campesina del norte de España», los presidentes de las Cámaras concuerdan en que la Administración debería tomar ejemplo de lo que se viene haciendo en la CEE. Sugiere, para ello, que se haga lo mismo que en Francia: prohibición de las exportaciones de toda clase de henos, pulpas, melazas, cereales, etc.; medidas contra la especulación en materia de precios y forrajes secos y alimentos para el ganado; importantes subvenciones y créditos concedidos con agilidad, y que se cree en el Ministerio de Agricultura un grupo permanente con participación del sector de producción para controlar las medidas que se dicten.

Un punto al que se concedió gran importancia en la reunión de Santiago es «el de la destrucción de la riqueza forestal por los incendios que se están produciendo en toda la cornisa y principalmente en la región gallega». «Nunca -señala la nota dada a conocer al final de la reunión- con más indiferencia e irresponsabilidad gubernativa, los montes gallegos han sido víctimas del vandalismo incendiario». Los presidentes se mostraron preocupados ante este hecho. «Cuando se lesionan los intereses de la sociedad ciudadana suele capturarse con rapidez a los responsables. ¿Por qué cuando se destruye la propiedad rural no se actúa con la misma diligencia? ¿Acaso el campo no contribuye al mantenimiento de las fuerzas del orden público y de los servicios de ICONA? No se olvide que la propiedad rural es la única que se aviene en nuestro país a compartir su disfrute con el resto de la comunidad».

Se queja igualmente del aumento de los precios de piensos y forrajes,que consideran brutales,y se pronuncian a favor de un sindicalismo agrario que sea democrático, libre y autónomo.

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