Una propuesta al presidente del Banco de Santander
Hemos leído las declaraciones del presidente del Banco de Santander a EL PAIS, con fecha 1-VIII-76, en las que rompiendo con su mutismo tradicional, manifestaba su convicción en la democracia, como principio de organización no sólo político, sino social.El viejo patriarca, cuarenta años oculto tras sus números, apenas tuvo tiempo de alzar su voz, contra una legislación que, si bien le proporcionaba pingües beneficios con el amordazamiento de los trabajadores, la monopolización del crédito, las manipulaciones de la deuda y el control y casi estrangulamiento de la pequeña y mediana empresa, por citar algunos ejemplos, infringía de forma clara y manifiesta el principio de la libre competencia, que ahora proclama con fervor manchesteriano.
Es por lo anterior que, un grupo de trabajadores del Banco, favorablemente sorprendidos por el liberalismo político de su presidente, pero necesariamente desconfiados por tantos años de colaboración con un régimen autoritario, le formulamos en prueba de credibilidad, las siguientes reivindicaciones, en el convencimiento de que la democracia es un proceso a construir desde la propia casa:
- Amnistía laboral para los trabajadores represaliados por motivos políticos, laborales o sindicales.
- Reconocimiento de los derechos de libre expresión, reunión y asamblea, en el seno de la empresa.
- Reconocimiento de la Comisión de Trabajadores que, elegida democráticamente en asambleas, pueda servir de «Interlocutor válido» para así suplir las deficiencias de una representación sindical.
vocal del jurado del Banco de Santander
