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Polémica tras el enfrentamiento Taula-Assemblea

, La postura discriminatoria que ciertas plataformas unitarias adoptan ante las reivindicaciones autonómicas del País Valenciano, recientemente explicitadas en la reunión Taula/Assemblea, y en las declaraciones que ha hecho Carrillo en Roma, ha provocado una amplia reacción en los círculos políticos valencianos. (ver EL PAIS de 4 de agosto). Partidos políticos de signo democrático no insertos en la Taula han denunciado públicamente la intransigencia de los comunistas catalanes (PSUC) con respecto a los derechos del País Valenciano a su autonomía, y se han adherido al planteamiento que hace de ella la Taula. También el PSAN y PSPV (en proceso de convergencia) han difundido sendos comunicados. El PSAN para explicar su negativa a suscribir el documento conjunto Taula/Assemblea, y el PSPV para denunciar las actitudes insolidarias e instar a la reafirmación del punto de la Taula que reivindica los órganos de Gobierno provisional.Hasta el momento, la Taula como tal instancia unitaria no se ha pronunciado con respecto a la polémica desatada a partir del encuentro del domingo. Sin embargo, han hablado para EL PAIS algunos de sus miembros que participaron en la citada reunión, y hemos recogido una serie de impresiones, que reflejan la respuesta de la Taula a estos últimos acontecimientos.

Sobre los comentarios e información aparecida en los diferentes medios de comunicación, opina J. A. Noguera (demócrata independiente): «Se ha omitido un punto fundamental, y que de hecho fue el que suscitó las tensiones. Me refiero a la negativa de la Assemblea a tratar sobre la coordinación de instancias unitarias de cara a la negociación de la ruptura»,

La idea de que el mandato previo, con el que acostumbran a funcionar las delegaciones de la Assemblea, impidió el que se llegara a un terreno común en el diálogo, es compartida por todos a los que hemos consultado. Así dice Vicente Soler (PSPV): «La delegación catalana venía con un mandato muy estricto y los deseos de la Taula de ver reconocido su programa se fueron al traste». «La Assemblea no se había planteado previamente la cuestión del reconocimiento y por tanto no podía entrar en el tema -afirma Doro Balaguer (PCE)- sin embargo, en contra de lo que parece traslucir la prensa, la postura que mantuvieron en el transcurso de la reunión fue unitaria, y además no se desprendió de ella una influencia del PSUC. Los que ahora hablan del PSUC como inspiradores de la Assemblea lo hacen en base a lo que se ha leído en los periódicos».

Así pues, la condena al PSUC no es unánime en el seno de la Taula. Según Noguera, no es razonable achacar toda la responsabilidad al PSUC, en cuanto a las divergencias sobre la cuestión de la autonomía valenciana: «Pienso que la Taula debe hacer una reflexión autocrítica y definir más claramente los términos de la fórmula de autogobierno que propone. El concepto de Generalidad provisional está por ahora vacío de contenido». También cuestiona Doro Balaguer la táctica utilizada por la Taula en la negociación: «Se ha basado la táctica negociadora en el reconocimiento de los puntos de la Taula, cuando debería haberse apoyado en su inevitable presencia política en el conjunto de instancias unitarias a nivel de Estado una vez se llegue a la ruptura».

Para el laboralista del hierro (UGT), la resistencia de la Assemblea a acordar siquiera una mínima fórmula de compromiso la explica su deseo de hacer su propia lucha en solitario: «A la Assemblea no le conviene coordinarse. No quiere que su problema estatuario se disuelva en una oleada de reivindicaciones autonómicas que puedan hacer reaccionar negativamente al poder». Y, sobre el Gobierno provisional opina: «A algunos no les interesa un Gobierno provisional que supondría un reparto equitativo del poder entre los diferentes grupos políticos, porque piensan que a través del tamiz democrático podrán acaparar más votos y con ellos una mayor parcela de poder».

«El peligro de todas estas polémicas -observa Noguera- es que sean utilizadas por anticatalanistas y anticomunistas para presentar a unos y otros (comunistas y catalanes) como enemigos de la autonomía valenciana.»

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