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Continúa la protesta de comunes en Carabanchel

Ayer continuaron los traslados de presos comunes de la prisión de Carabanchel a diversos penales como sanción a la actitud de amotinamiento que algunos de ellos mantuvieron el pasado fin de semana. Según fuentes procedentes de los abogados defensores, cuatro presos de la quinta galería fueron trasladados ayer al penal de Ocaña. Estos cuatro presos, junto con el que se cortó las venas el primer día del motín y se encuentra en el hospital penitenciario, parece que son considerados por la dirección de la prisión como máximos responsables de los sucesos que dieron lugar a la actual situación de tensión.Las mismas fuentes que se ocupan de la defensa de los presos aseguran que se han producido traslados masivos, sin expediente, de presos a diversos penales de toda España. Por otra parte unos 300 presos han sido confinados en Carabanchel a celdas de castigo o celdas bajas, lugar muy reducido donde los presos permanecen incomunicados, sin poder fumar ni leer y durante el día, sin colchoneta de dormir, de donde únicamente se les permite salir al patio durante media hora. Tanto en Carabanchel como en Ocaña muchos de los presos permanecen en huelga de hambre.

El abogado de cuatro de los 36 presos que fueron trasladados anteayer al penal de Ocaña visitó ayer a sus clientes en dicho penal, pudiendo entrevistarse con ellos tras cerca de dos horas de trámites. Según versión del abogado, los 36 presos, todos de la séptima galería, fueron trasladados en camiones al penal de Ocaña en las primeras horas del martes. En la puerta de la prisión de Carabanchel, uno de los presos, enfermo mental, según testimonio de su madre, se hizo dos cortes en los brazos teniendo que ser trasladado inmediatamente al hospital.

Para la agencia Pyresa, que cita fuentes cercanas al Ministerio de Justicia, los presos trasladados anteayer al penal de Ocaña no llegarían a 40.

En relación con los incidentes que se registran estos días en diversas cárceles españolas, informa Europa Press que 200 presos comunes del centro penitenciario de Palma de Mallorca se declararon ayer en huelga de hambre durante hora y media en solidaridad con los presos de Madrid y otras ciudades de la península. Los presos rechazaron el almuerzo que les fue servido retrasándolo.

Mientras tanto, unos 300 presos comunes de la prisión de Carabanchel -prácticamente todos los de la galería séptima, excepto cinco que se encontraban declarando en las Salesas cuando se produjeron las protestas- han sido privados de visitas así como de alimentos proporcionados por sus familiares, según ha manifestado a EL PAIS personas allegadas a los citados presos.

Las mismas fuentes han indicado que el director de la prisión de Carabanchel -con quien no ha sido posible conectar para que confirmara la noticia- no recibe a los familiares de los presos, así como que un funcionario comunicó que esta situación se mantendría hasta tanto se solucione el problema.

Por otra parte, tampoco ha sido posible confirmar la noticia facilitada anónimamente por teléfono de que un camión Conduciendo a numerosos presos abandonó ayer la prisión de Carabanchel.

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