Congreso de la facción disidente de Solidaridad de Trabajadores Vascos

Cerca de un millar de personas se dieron cita ayer por la mañana en el aula magna de la Universidad Autónoma de Bilbao, para participar en el congreso promovido por una de las ramas de la organización sindical Solidaridad de Trabajadores Vascos (STV). La estructura oficial de STV, que dirigen los señores Robles Aranguiz y Leunda, desconoce a este grupo, al que acusa de estar mediatizado por algunos capitalistas vascos por las empresas cooperativas.Este primer congreso disidente de STV -el congreso oficial está programado para el mes de octubre- se inició en medio de un cierto confusionismo, ya que algunos de los participantes no tenían una noción demasiado clara de lo que iba a discutirse. Tampoco se confirmó la presencia de los sindicalistas europeos y americanos a los que se había invitado.

En la mesa presidencial, cinco hombres y una mujer, presididos por Genaro Goicoechea, quien se refirió brevemente a los cuarenta últimos años en los que STV se ha tenido que limitar al silencio o a las declaraciones desde el exilio. Señaló que de cara al futuro es preciso construir un sindicalismo vasco fuerte, bajo los signos de la unidad y el respeto a las demás fuerzas.

Lo que no aparece demasiado claro en medios sindicales es cómo en el transcurso de tres horas -esta duración tiene la reunión plenaria, según el orden del día- puede dar tiempo a discutir y aprobar una alternativa sindical que no se ha contrastado en cuarenta años y elegir, además, un nuevo Comité Ejecutivo.

Por lo que a los principios generales se refiere, los planteamientos de esta rama de STV no se diferencian mucho de otros: control de los recursos productivos por los trabajadores e incorporación de la exigencia autonómica a las reivindicaciones de la clase obrera vasca.